Un sueño de inmigrante

[Vía Marca.com] Moustapha ha logrado su objetivo, un contrato profesional. El futbolista senegalés llegó hace cinco años a España en busca de una vida mejor. Huyó de su país para encontrar trabajo y poder ayudar a su familia. Acaba de fichar por la UD Logroñés, del grupo II de la Segunda División B, completando su anhelo de ser futbolista profesional

Hay muchos caminos para llegar al fútbol profesional. Moustapha lo ha logrado por la vía menos fácil. El jugador senegalés, de 22 años, partió de su país cuando apenas tenía 17 en búsqueda de una vida mejor. Viajó hasta Zaragoza. En condición de inmigrante. Allí le esperaba su padre, asentado desde hace unos años en la capital aragonesa. Entre ambos debían encontrar la manera de encontrar un trabajo con el que poder ayudar a su humilde familia que espera en Dakar.

El africano aterrizó en España fruto de la necesidad. Sin grandes esperanzas de poder ganarse el sueldo realizando lo que más le gusta: el fútbol. Gracias a sus grandes condiciones y a su ilusión por este deporte, Moustapha logró ir fichando por equipos humildes de la Tercera División aragonesa. Su primera aventura fue en el Monzalbarba, un pequeño barrio de Zaragoza, para después competir durante tres temporadas en el modesto Utebo. Pero su mayor alegría dentro del mundo del balompié llegó la pasada campaña con el ascenso que vivió con el Andorra a Segunda B. Fue uno de los hombres importantes del conjunto andorrano.

Una vida sacrificada. Duro trabajo por la mañana y entrenamientos con sus compañeros por la tarde. Aunque el balón le servía para evadirse de las obligaciones matutinas. Este verano, pese a tener una importante oferta de renovación del Andorra, el futbolista africano ha colmado sus aspiraciones con un seductor contrato de la UD Logroñés, uno de los equipos punteros de la Segunda B que luchará por el ascenso a la Liga Adelante.

La aspiración de su vida

Con esta propuesta que llega desde Logroño, Moustapha cumple un sueño. El de ser futbolista profesional. Su situación es diferente a la del resto de sus compañeros. Él seguirá trabajando y estudiando -en estos años también se ha sacado un curso de Electricidad y Telecomunicaciones-. El mediocampista sabe que su condición de sub´23 ha sido la que le ha abierto las puertas del conjunto riojano aunque no cree que sea un impedimento para poder jugar. Le ha costado mucho llegar hasta aquí. Y no está dispuesto a dejar pasar esta oportunidad.