martes, 20 de diciembre de 2011

Matip: "Hay que pasar página"

[Vía Fifa.com] Aunque solo tiene 20 años, el volante defensivo Joel Matip, que también se desempeña como zaguero, ya exhibe un historial envidiable en un muchacho, y se perfila como un futbolista de enorme proyección. Son muchos quienes le aventuran un futuro extraordinario.

Matip, nacido en Alemania, defiende en la Bundesliga los colores del Schalke 04, con el que ganó la temporada pasada una Copa de la DFB. En el plano internacional representa al país de su padre, Camerún. Y junto a los Leones Indomables actuó, cuando tenía 18 años, en el mayor escenario del deporte rey, la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010™.

Emprendió su camino hacia la gran cita mundialista el mes de diciembre anterior, al recibir, de manera inesperada, la llamada de la selección camerunesa para participar en la Copa Africana de Naciones 2010 que iba a celebrarse en Angola, a pesar de haber jugado tan solo en ocho partidos de la Bundesliga. Tuvo un estreno especialmente notable en el torneo alemán (anotó el gol del empate a 1-1 de los suyos en casa del Bayern de Múnich), y su fútbol completo y pulido hicieron que Felix Magath olvidase su juventud y lo convirtiese en un fijo del equipo.


Como consecuencia de ello, decidió no aceptar la invitación de Paul Le Guen para viajar a Angola, y prefirió concentrarse en su carrera en la liga alemana. No obstante, Le Guen no dejó de seguirlo, y debutó como internacional en un amistoso en vísperas de Sudáfrica 2010 ante la campeona del mundo de aquel entonces, Italia. Fue titular con Camerún en el partido del Grupo E del certamen, en Bloemfontein, frente a Japón.

Matip admite que la decisión de jugar con Camerún no le resultó fácil, ya que se crió en Alemania, el país de su madre. “Cuando me pidieron que tomase una decisión, lo pensé mucho, pero al final me salió del corazón. Creo que ha sido lo correcto, ahora estoy muy contento, y me siento feliz de haberlo hecho”, explica. “Mi padre nunca me presionó, me dijo que estaría orgulloso de mí hiciese lo que hiciese, y me apoya todo lo que puede. Al final, quien tomó la decisión fui yo”.

El hermano de Joel, Marvin, también es futbolista profesional, y juega en el Ingolstadt, de la segunda división de Alemania. Ha sido internacional en las categorías inferiores de la selección germana, y compitió con el combinado sub-20 en el Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA Holanda 2005, cuando actuaba en la Bundesliga con el Colonia. En 2007 fue convocado para disputar un encuentro de clasificación para la Copa Africana de Naciones 2008, ante Liberia. Y aunque un problema burocrático impidió al joven defensor incorporarse al equipo, Joel sigue soñando con vestir junto a él los colores de Camerún. “Sería algo tremendo. Tiene calidad suficiente para jugar en el equipo, y para mí sería un honor estar en la misma alineación que mi hermano mayor”.

Un duro golpe para los Leones 
Donde ya no estará ninguno de los hermanos Matip es en la próxima Copa Africana de Naciones, en Guinea Ecuatorial y Gabón, después de que Camerún cayese estrepitosamente en la fase previa. Para Joel, eso supuso una decepción enorme. “Un país como Camerún debería estar ahí. Pero ahora tenemos que pasar página y prepararnos para nuestros próximos objetivos”, apunta, refiriéndose a la campaña clasificatoria del año que viene para la siguiente prueba continental y al inicio de la competición preliminar de Brasil 2014.

Por supuesto, Matip puede consolarse pensando que al menos así evitará el debate entre deberse a su club o a su selección que surgiría con la Copa Africana de Naciones de enero. “El Schalke me hubiera apoyado, estoy convencido”, asegura. “Quedar fuera del torneo tiene sus pros y sus contras, ahora estaré disponible para nuestro primer partido de año nuevo, eso también es positivo”.

A Matip, primo lejano del ex jugador del Lyon Joseph-Désiré Job, le gusta formar parte del plantel camerunés, en el que figuran varios futbolistas de categoría mundial, como Samuel Eto’o y Alexander Song. “Aunque yo era muy joven, enseguida me aceptaron. Poder jugar al lado de estrellas como Eto’o y Song es un grandísimo honor”, señala Matip, quien habla francés e inglés, además de alemán, y visita regularmente Camerún. “Jugar en África es muy distinto a jugar en Alemania. Es como una gran familia. En África la gente es mucho más emotiva, y aunque las cosas no estén tan estructuradas como en Alemania no es difícil acostumbrarse. A mí me ha resultado fácil adaptarme, nunca he lamentado la decisión de jugar con Camerún. Supongo que las diferencias son solo eso, diferencias, ¿no?”.

Crecer en el Schalke 
El chico está disfrutando de otra excelente temporada con el Schalke, que ha alcanzado las rondas eliminatorias de la UEFA Europa League y se halla bien situado en la liga alemana, después de llegar a semifinales de la Liga de Campeones el pasado ejercicio. “En los últimos años el progreso ha sido constante, pero aún queda margen de mejora. La temporada pasada jugamos la Liga de Campeones, y yo ya esperaba que saliese bien”.

Matip está agradecido a los tres técnicos que ha tenido en el Schalke: Magath, Ralf Rangnick y ahora Huub Stevens. “Son muy buenos entrenadores, todos ellos distintos. Tengo mucho que agradecerles, porque todos me han ayudado a progresar. Cada uno tiene su propio estilo y sus propios métodos”.

Al internacional le afectó la dimisión de Rangnick hace un mes, por agotamiento profesional. “Fue un momento complicado. Él forma parte del equipo, y cuando pasa algo así uno empieza a pensar. Espero que se mejore pronto y vuelva a entrenar”.

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