[Vía Marca.com] Mahamadou Diarra, ex del Real Madrid y Lyon, ve a los blancos en su mejor momento: "Este equipo puede ganar la Champions. Si siguen la línea de la final de Copa pueden ganar al Barcelona". Hoy está jugando el partido de su vida. No lo hace con el Madrid ni con el Olympique, los dos equipos que le han llevado a conquistar siete Ligas, cinco en Francia y otras dos con el Madrid. Es un partido contra sí mismo y contra el destino, que le empuja hacia la retirada.
Sin embargo, Djila, como se le conoce en Lyon, se entrena a diario con los chavales de 19 años del Olympique, el club que le ha acogido a la espera de encontrar equipo en este mercado de invierno. Diarra está convencido de que no le ha llegado la hora de colgar las botas, aunque admite que se encuentra en una situación que no imaginaba. Sabe que éste es un partido que ya ha ganado una vez, así que ahora que se siente bien se niega a abandonar.
"Si he vuelto después de operame la rodilla, por qué no voy a encontrar equipo ahora. Estoy en forma, me siento bien, no me duele nada y puedo jugar tres años más perfectamente. ¡Si en estos dos últimos años y medio he jugado sólo 30 partidos! Quiero jugar al fútbol, es mi vida, y no pienso que esto es el final. No quiero pensarlo", dice.
Diarra quedó libre el pasado mes de junio después de jugar los últimos seis meses cedido en el Mónaco. En septiembre rechazó varias propuestas de clubes de la Ligue 1, pero ninguna le convenció. Ahora sabe que le toca esperar a que alguien llame a su puerta: "Es una situación complicada, vamos a esperar a que se abra el mercado y que algún equipo esté interesado. Francamente, no he pensado si España, Italia, Francia o Inglaterra, pero me gustan estas cuatro Ligas y espero a que llegue una oportunidad en alguna de ellas".
Se siente con fuerzas para seguir dando guerra: "Lo que tengo claro es que no voy a abandonar así, quiero jugar más y después ya decidiré cuándo se acaba. Tengo que ser fuerte mentalmente, siempre lo he sido, y seguir trabajando. Ahora, con los entrenamientos con los chavales y el gimnasio, estoy al sesenta por ciento, pero con la competición me pondré al cien por cien. Es lo que me falta. Está claro que no es fácil trabajar sabiendo que luego ves el partido cada fin se semana por la televisión".
Diarra tiene palabras de cariño hacia el Olympique. "Quiero darles las gracias por dejarme entrenar mientras se soluciona todo. Me han recibido fenomenalmente, aquí pasé unos años maravillosos".
El malí echa la vista atrás y mira con orgullo su pasado madridista. Es el momento de recordar lo mejor y lo peor de todos esos años de blanco. "Soy el único jugador africano que se ha impuesto en el Madrid. Mi mejor recuerdo es la Liga de Capello. Es el mejor entrenador que he tenido nunca. Aquella remontada al Barcelona para llevarnos la Liga fue increíble. Ganamos todos los partidos y fue épico. Fue un ejemplo de superación, de determinación y de fe".
También hubo momentos complicado. Su rodilla dijo basta la tercera temporada y fue sin duda un punto de inflexión en su carrera: "El peor recuerdo que tengo del Madrid es cuando me despierto de la operación. Me dicen que tenía la rodilla destrozada, que no sabían cómo había seguido jugando al fútbol y que todo había acabado. Recuerdo esas 24 horas con terror, fue duro, en ese momento sí que me vine abajo. Pero salí adelante. Sé que puedo hacerlo ahora".
Su final llegó con el desembarco de la nueva directiva. Pero no guarda rencor ni al club ni a Mourinho, todo lo contrario. "Mou no confió en mí, pero le tengo mucho respeto y tuve una buena relación con él. Fue franco y honesto conmigo. Yo entendí que mi etapa en el Madrid había acabado. Cuando la nueva Directiva llegó yo estaba lesionado. No tenía credibilidad para ellos, pero lo entiendo. El año de Pellegrini me hizo mucho daño porque fue cuando salí de la lesión y tenía que haber jugado más".
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