[Vía Fifa.com] Durante muchos años, el combinado nacional de Botsuana era considerado como la víctima propiciatoria del fútbol africano en la región del sur del continente, y su apodo de Cebras a menudo era distorsionado con epítetos burlones, como Las Cebras Durmientes y cosas parecidas. El país de dos millones de habitantes ni siquiera intentó clasificarse para la Copa Africana de Naciones ni para la Copa Mundial de la FIFA hasta 1994, y de hecho nunca se ha acercado siquiera a las puertas de una competición de tal envergadura.
Pero ahora las Cebras han despertado y se han convertido en una auténtica amenaza una vez recuperada su alegría de vivir y sus ansias de marcar goles. El nuevo empuje se ha traducido en una posición impactante: es primera del Grupo K de clasificación para la Copa Africana de Naciones 2012, donde está encuadrada junto con la potencia continental Túnez, el talentoso Togo, y las insidiosas Malaui y Chad. Su balance de diez puntos en cuatro partidos no ha sido capricho del azar, sino consecuencia lógica de la diligencia y la maestría del técnico Stanley Tshosane.
Veterano del fútbol nacional, Tshosane ha dado una nueva imagen y una fe renovada al equipo botsuano, reemplazando las dudas y vacilaciones de antaño por una defensa resoluta, un entramado disciplinado y un ataque inventivo, a pesar de no contar con estrellas en sus filas. Tshosane se apresura a puntualizar a FIFA.com que sus resultados no han sido fáciles de cosechar, y evoca un momento, hace dos años, en el que hubo que tomar decisiones difíciles.
"Yo llegué en mayo de 2008 como entrenador interino y me di cuenta de que el equipo tenía muchos jugadores de edad avanzada y que había un montón de cosas que necesitaban arreglo", recuerda. "En julio de aquel año, después de perder 4-0 ante Costa de Marfil, me senté con mi cuerpo técnico y les informé que quería asumir el riesgo de configurar un nuevo equipo".
"Estábamos pasándolo mal y creo que simplemente decidimos empezar por los fundamentos y centrarnos en nuestro juego. No ha sido cuestión de suerte; todo esto es fruto del trabajo duro", alega en protesta ante la idea de que sus hazañas se deban a "una racha de buena suerte".
Él trazó un plan para guiar a la selección de Botsuana por la competición preliminar de la CAN 2012, comenzó a trabajar de cerca con los futbolistas locales y a concertar numerosos amistosos para promover su desarrollo. "Aunque no tenemos muchos recursos, hemos invertido mucho en la formación de los jóvenes", apunta. "Llevamos mucho tiempo construyendo este equipo. Lo que la gente ve no es debido a la suerte solamente o a que ha sonado la flauta. Lo más importante para nosotros es clasificarnos para la Copa Africana de Naciones. Eso será un gran logro para estos muchachos, y se lo merecen", afirma, antes de agregar con una mirada pícara: "Porque, como usted sabe, éramos la cenicienta de nuestro grupo. Pero es evidente que nuestro método ha funcionado".
Pero por mucho empeño que haya puesto en su labor, Tshosane es perfectamente consciente de que a veces el siguiente obstáculo es el más difícil de superar. De sumar otros tres puntos contra Túnez, que viajará a Gaborone para disputar la gran cita del 17 de noviembre, Botsuana podría asegurar la clasificación y escribir un capítulo histórico. En el choque de ida, los botsuanos dieron buena cuenta de los tunecinos al vencerlos por 0-1 a domicilio, un triunfo que según Tshosane marcó la pauta de la campaña.
"La victoria en Túnez inyectó a los jugadores una enorme dosis de confianza", señala. "Se dieron cuenta de que era verdad que podían conseguirlo. Podían vencer a Túnez en su propio terreno. Aquél fue un partido muy duro, uno de los más duros que hemos jugado nunca, pero logramos salir victoriosos".Tshosane admite que siempre hay "miedo a lo desconocido", y que por eso el equipo toma como referencia a los jugadores experimentados que aún compiten y son capaces de asumir responsabilidades, como Dipsy Selolwane, plusmarquista de goles y partidos con la selección. Por su parte, Silolwane ha alabado la química que el técnico ha sabido instilar en el combinado nacional. "Ha aportado mucha estabilidad", declaró recientemente. "Creo que los jugadores se sienten cómodos con él, y por el momento la gente está disfrutando del fútbol".
El disfrute es bueno, pero Tshosane sabe que le espera la intensa reacción de escuadras de la talla de Túnez, cuatro veces mundialista, y de Togo, veterano del Mundial de 2006. "Todos estos grandes equipos quieren regresar [a la fase final de la CAN], de modo que no será fácil. Pero planeamos cambiar ligeramente nuestra estrategia para seguir sorprendiendo", revela el seleccionador botsuano. "Nuestro objetivo es acudir al torneo por primera vez desde que nos afiliamos a la CAF. Creo que ése sería un enorme regalo para nuestros seguidores y también para nuestro país".
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