[Por Diego Martín Yamus] Keita es uno de los apellidos típicos de Malí y de su fútbol. Como el gran mediocampista Seydou, el que brillara en el Barcelona entre otros. También el gran Salif, primer Balón de Oro africano. Pero hubo otro que se ganó un lugar propio en la historia: Fantamady Cheikh Keita, que en un corto tiempo dejó a fuerza de goles su huella.
El delantero nació en Bamako, la capital del país del oeste, un 25 de septiembre de 1949, y en 1970 debutó en el AS Bamako, uno de los dos clubes más exitosos de la liga local junto al Stade Malien. Ya de temprano sus condiciones le valieron la llegada a la selección de las Águilas, a la que ayudó con sus goles a clasificarse por primera vez para la Copa Africana de Naciones, en 1972 en Camerún. Malí arribaba invicto tras dejar atrás a Níger y Guinea, pero no parecía ni lejos candidato a las finales.
Fantamady era uno de los tres Keita del plantel dirigido por el alemán Karl-Heinz Weigang, junto con Salif y Mamadou Keita. Y compartiendo el once titular con el premiado Salif, marcó tres goles en los tres partidos del Grupo A, pero con tanta mala suerte que su selección no pudo ganar: el 24 de febrero el 2-1 parcial a Togo (3-3), el 26 la apertura ante Kenia (1-1) y el 28 otro desnivel contra el fuerte Camerún, otro 1-1, todos en la capital Yaoundé. El equipo pasó con tres empates por un solo punto sobre los kenianos a las semifinales, donde tocaba el poderoso Zaire, ganador del Grupo B.
Allí, como todo grande, Fantamady explotó. Confirmando su racha, el 2 de marzo en Douala le hizo dos goles a los Leopardos, en un excitante encuentro donde Malí iba arriba pero su rival igualó y lo llevó al alargue, donde Keita hizo el decisivo 4-3. Era su quinto personal, justo el que los llevaba en su primera CAN a la final. Y una amenaza para el partido cumbre ante Congo, que venía de dejar afuera a los cameruneses.
Aquel 5 de marzo en el Stade Omnisport de Yaoundé, sin embargo, Fantamady no pudo repetir. Y aunque Malí se puso en ventaja, los sorprendentes congoleños marcaron tres veces en seis minutos y dieron vuelta el resultado para ganar 3 a 2 y alzarse con su primer y único título. Curiosamente, el delantero aún en el AS Bamako no fue incluido en el once ideal; los atacantes elegidos fueron el zaireño Kakoko y el campeón M'pele.
Su excepcional actuación no pasó desapercibida para los mejores clubes de Europa, especialmente Francia. Apenas terminó la CAN, pasó al Stade Rennais, donde estuvo cuatro temporadas en su primera etapa hasta 1976, cuando descendió. Fue a jugar al modesto Filadelfia de Estados Unidos, para en 1977 regresar al Rennes pero en la segunda división (D2). Allí también militó en 1978- 79 en el Angouléme y a la temporada siguiente en el ECAC Chaumont, donde tempranamente se retiró. Por supuesto continuó su estadía en el combinado nacional, que disputó muy pocos partidos entre las eliminatorias para la CAN, donde no pudo volver a entrar, y torneos regionales como la Copa Amílcar Cabral o el Torneo de la Zona 2, en el que igual Fantamady siguió haciendo goles. Una carrera corta pero exitosa. No por nada en 2006, la Confederación Africana (CAF) lo eligió como uno de los mejores 200 futbolistas de los últimos 50 años. En tan poco tiempo se puede hacer mucho y de calidad para merecer el recuerdo. Y Fantamady Keita lo hizo.
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