El delantero español Raúl viajó a Chad como embajador de buena voluntad de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y pidió financiación urgente para paliar la crisis alimentaria que amenaza a 17 millones de personas en el Sahel (África occidental), el foco de más hambruna del mundo.
Se desplazó al país africano con su agente, Ginés Carvajal, y con el ministro de Agricultura del país, Djime Adou, recorrió un campo de maíz y visitó los proyectos de agricultura. Fue recibido como un héroe. Todos le conocían y su ilusión era tocarle. Jugó con los niños al fútbol y se lamentó de la desnutrición aguda que asola a la región. Participó en un partido al que asistieron 6.000 personas. "Si queremos ayudar a las personas a cultivar sus propios alimentos, los fondos se necesitan ahora", dijo el futbolista que está muy involucrado.
La FAO, con Raúl a la cabeza, pidió ayer 97 millones de dólares para impulsar medidas como la distribución de semillas, la implantación de sistemas de riego, la producción de forrajes y las campañas de vacunación en los países más afectados: Burkina Faso, Chad, Gambia, Mali, Mauritania, Níger y Senegal.
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