martes, 8 de noviembre de 2011

Un ghanés en Victoriano Arenas

[Vía Clarín.com] Los aritos, cadenas y anillos lucen brillantes en ese paraguas devenido en mostrador callejero, pero no tanto como los dientes que asoman ante cada sonrisa cómplice en ese rostro negro azabache.

Abdul Baki Mohamed, este ghanés que llegó hace 16 años al suelo argentino, sonríe siempre: cuando convierte un gol, pero también cuando algún cliente se lleva una de sus piezas de bijouterie. Baki, a pesar de ser un habilidoso volante ofensivo, es un jugador de toda la cancha. Integra el plantel de Victoriano Arenas -equipo que milita en la divisional D- y también el staff de vendedores ambulantes que ofrece alhajas en la Avenida Sáenz de Pompeya. Y en un español envidiable para cualquiera, la joyita del equipo de Valentín Alsina, contó su historia y sus andanzas en Argentina. Sí, tras su primer gol en el equipo de la Isla, el cual derrotó 2-1 a Claypole como visitante, este simpático personaje charló con el Deportivo Sur y dejó varias perlitas que valen la pena conocer...

¿Cómo que llegás a este país?
Mi hermano me recomendó venir. Yo tenía siete años y vivía en un pueblo llamado Aboaso, en la ciudad de Kumasi.

¿Qué recordás de Ghana?
No mucho, ya que abandoné mi país de muy chico. Pero sí puedo decir que es un lugar hermoso, con clima tropical y queda en el Sur. Ah, y también que tiene muchas canchas de fútbol.

¿Desde chiquito entonces jugás al fútbol?
Sí, sí. Me encanta el fútbol. Me gusta mucho ver los partidos históricos por la tele e ir aprendiendo. Y, claro, durante el Mundial de Sudáfrica me juntaba con otros chicos de mi país a ver cada presentación de Ghana. En el partido ante Uruguay sufrí bastante… De todas maneras, creo que hicimos un gran Mundial. Nuestro fútbol ha crecido mucho.

¿Cómo se te dio la chance de jugar en Victoriano?
Llegué por intermedio de un conocido, que es amigo del técnico (Carlos Di Ciancio). Por suerte, acá los compañeros me tratan muy bien, es un buen grupo.

¿Y se te complica organizar los horarios para cumplir con la venta de bijouterie?
Para nada, porque entreno por la mañana y recién a las tres tengo que ir a Pompeya. Entonces, salgo de la práctica, almuerzo en mi casa y después voy. Y como hay algunos domingos en los que no jugamos, aprovecho para descansar.

¿La gente te suele comprar muchas joyas?
Sí, sí, va bien la venta, ja. Además me tratan muy bien. Argentina me gusta muchísimo y espero quedarme aquí por mucho tiempo.

Con el idioma se ve que te llevás bárbaro…
Sí, lo fui aprendiendo de hablar con la gente. Como tengo muchos amigos, ellos me fueron enseñando también.

¿Se te hizo difícil la adaptación a una nueva cultura?
No, no. Siempre me trataron muy bien aquí, con respeto. Respecto a mi religión (musulmana), siempre aprovecho para rezar tranquilo en mi casa.

¿Vivís solo?
No, no con mi hermano, en una casa ubicada en la avenida Galicia, cerca de la cancha de Victoriano. El barrio me gusta mucho, porque es muy tranquilo.

¿Y con la comida como hacés?
Me las arreglo. Me gusta mucho la pasta y además como mucha arroz. Sé que hay lugares que venden comida africana, pero todavía no sé donde están, ja.

¿Te has perdido viajando por Buenos Aires?
Ja, ja. Sí, muchas veces, porque para ir a trabajar siempre tomo el colectivo. Pero ahora ya aprendí y no me pierdo más. Al principio me costó, pero mis compañeros me han ayudado mucho.

¿Te parecen lindas las mujeres argentinas?
Ja, sí, muy lindas… Pero todavía novia no tengo eh.

Atentas las chicas entonces. En Valentín Alsina hay un goleador soltero. Y, por lo que se ha podido comprobar, es una joyita...

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