
El delantero nigerino, de 22 años y experiencia en la Ligue 1 tras su cesión al Mónaco durante la campaña pasada, llegó ahora igualmente en calidad de cedido hasta final de temporada por el CSKA de Moscú. El pasado año en el Louis II anotó ocho goles en veintidós partidos disputados, lo que no son malas cifras para un jugador que debutaba en la Ligue 1.
Ahora ha regresado al campeonato galo y, además de esa cesión, podría quedarse permanentemente pues existe una cláusula de opción de compra para los de Burdeos, lo que parece su reto en esta nueva aventura: "Estoy ansioso por jugar en este buen equipo de Burdeos. Espero tener mi oportunidad”, dijo Maazou.
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