[Por Diego Martín Yamus] Es sabido que Nigeria tuvo, tiene y tendrá mil estrellas futbolísticas brillando en cualquier firmamento. Kanu, Yekini, Keshi, Finidi, Okocha, Obafemi Martins, Obi Mikel, Amokachi, Enyeama, Moses, y la lista sigue. Hasta hubo un Lawal. Pero no fue Garba, sino otro que se destacó más allá de tener ese apellido. Mudashiru Babatunde Lawal, más recordado como Muda Lawal, fue una de las figuras que comenzaron a elevar al país del oeste africano como una potencia continental e internacional.
El mediocampista ofensivo nació en Abeokuta el 8 de junio de 1954, y si bien no emigró desde su tierra, se convirtió en otra de esas leyendas nigerianas. Como que es el único futbolista que disputó más Copas Africanas de Naciones seguidas, nada menos que cinco, con un título y un segundo puesto. Desde sus inicios ya fue todo un ganador: debutó en 1975 en el Shooting Stars de Ibadán, uno de los más populares clubes del país, y al mismo tiempo en la selección, para la que contribuyó en la doble eliminatoria de la CAN 76 ante Congo, a quien dejó afuera y así llegó a su primera participación. El técnico Tihomir Jelisavzic no sólo lo convocó sino que lo puso de titular, y en su primer partido, Muda marcó un gol ante Guinea, el 9 de marzo, en el empate 1-1. Luego le hizo otro a Egipto, pero las Aguilas terminaron terceras en la liguilla final ganada por Marruecos.
Sin embargo, 1976 tenía varias sorpresas para Lawal. Apenas con 22 años y una temporada en el Shooting, obtuvo su primera Liga y en diciembre, el primer éxito internacional para un club nigeriano al alzar la Recopa, ya desaparecida, cuando derrotó en el global al Tonnerre Yaoundé de Camerún. Y siguió dando vueltas olímpicas, con dos Copas domésticas en 1977 y 1979, aparte de ser semifinalista en la Recopa 77. Y con la selección siguió ya como referente, tomando parte en las eliminatorias mundialistas y en su segunda CAN, en Ghana, donde llevó a su once al tercer lugar.
Cuatro años después de sus primeras consagraciones, Muda Lawal volvió a festejar grandemente. En 1980 jugó su tercera CAN, primera organizada por Nigeria, y desplegando un buen nivel ayudó al primer título continental, al vencer 3-0 a la gran Argelia ochentosa, el 22 de marzo en el estadio Nacional de Lagos, cuando marcó el último tanto del campeonato. Y para no ser menos, repitió liga con el Shooting. También intervino con los verdes en los Juegos Olímpicos de Moscú, donde no pasaron la primera ronda.
Si bien en 1982, en su cuarta Copa Africana en Libia, no saltó la fase inicial, regresó a triunfar entre 1983 y 1984. En el 83 logró su tercer campeonato nacional con su club, con el que al año siguiente arribaría a la final de la Liga de Campeones, perdida ante el poderoso Zamalek. Y en el 84, disputó su última CAN, en Costa de Marfil, donde fue indiscutido titular y el 22 de marzo, en la decisión ante Camerún, abrió el marcador a los 10 minutos, aunque los Leones Indomables, con N´Kono y Milla a la cabeza, terminaron imponiéndose 3 a 1. Fue ése el último tanto de su carrera internacional, que acabó en 1985, cuando además pasó del Shooting al Stationery Stores, donde pasó una temporada.
Luego su vida con la pelota fue más discreta, pero siguió exitosa. En 1987 militó en el Abiola Babes, con el que ganó nuevamente la Copa local, y para 1989 retornó a su Shooting Stars, en la doble función como jugador y técnico, ayudándolo a ser subcampeón en 1991, lo que le valió su clasificación para la nueva Copa de la CAF. Fue la última gran jugada de Muda, que sorpresivamente falleció el 6 de julio del 91, con tan sólo 37 años. Pero el destino quiso un homenaje póstumo: en 1992, el Shooting al que él había defendido y guiado campeonó en la Copa de la CAF. Muda Lawal ya se había ido, pero su luz continuó iluminando al fútbol y a su gente que tanto lo amó.
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