Su padre le puso el nombre de Abdelkader en honor al emir Abdelkader, el héroe nacional. Pasado un tiempo, el hijo logró conducir a su país hasta los Juegos Olímpicos de Río 2016, tras 35 años de espera.
Argelia se adjudicó el ansiado pase al alcanzar, junto a Nigeria, la final de la CAN Sub-23, celebrada en Senegal en 2015. Salhi rememoró el certamen ante el micrófono de FIFA.com: "No fue fácil conseguir el billete para Río 2016. Estábamos en un grupo muy reñido, con selecciones muy potentes como Egipto, Mali y la propia Nigeria, pero logramos superarlas a todas gracias a nuestro espíritu de equipo. Y aunque no ganamos la CAN Sub-23 Senegal 2015, estamos muy orgullosos de lo que hicimos. Nos centramos en nuestro objetivo, que era la clasificación para Río 2016, de principio a fin de la competición".
La victoria por 2-0 ante Sudáfrica en semifinales fue un hito para Argelia. Salhi dijo recordar muy bien el duelo, disputado en el estadio Léopold Sédar-Senghor: "Fue el choque más difícil y nuestro triunfo más hermoso en ese torneo. Esa noche en Dakar fue redonda para nosotros. Todo sucedió como queríamos y cada uno de nosotros estaba a tope. Estábamos bien concentrados y el plan del seleccionador [Pierre-André Schürmann] fue perfecto. Realmente nos merecimos la clasificación".
De mecánico a mejor guardameta joven africano
Abdelkader Salhi atravesó momentos difíciles, que le han servido para convertirse en el mejor guardameta de Argelia y de África. Antes de ser titular en el ASO Chlef, trabajó como mecánico. El joven echó con nosotros la vista atrás, a sus comienzos: "No nací en cuna de oro. Después de dejar los estudios, tuve que ayudar económicamente a mi familia. Trabajé de mecánico al tiempo que seguía con el fútbol. Una vez que me gané la confianza del entrenador del Chlef, dejé el taller y me dediqué plenamente al deporte. Es un privilegio firmar con el ASO Chlef y que te dirijan los mejores entrenadores de juveniles. Por eso no dudé ni un segundo antes de aceptar. El apoyo de mi familia ha desempeñado un papel muy importante en mi éxito: mi padre recibió de buen grado la oferta porque sabía que mi felicidad está en el fútbol y en el puesto de arquero".
Su familia no quedó decepcionada, dado que Salhi culminó airoso todas las etapas, incluso condujo a Argelia a Río 2016 y se proclamó mejor portero de la cita continental, con tan solo tres goles recibidos: "Tuve suerte porque disfruté de una preparación específica con el grupo. Nos reuníamos cada semana en un centro de entrenamiento y teníamos programado un amistoso al mes. Ese nivel tan alto nos permitió alcanzar los Juegos Olímpicos de Río 2016".
No vamos de turistas
Este verano, miles de argelinos volverán a viajar a Brasil para animar a su país con la esperanza de revivir las alegrías que les dieron los Zorros del Desierto en la Copa Mundial de la FIFA 2014: "Voy a ser franco: no vamos a ir a los Juegos Olímpicos a hacer turismo, sino a conseguir un resultado honorable para los argelinos, los árabes y los africanos en general. Si echamos un vistazo al estado actual del fútbol argelino y a los jugadores que conforman la selección olímpica, queda claro que podemos llegar lejos en la competición".
Salhi formará parte de un conjunto al que seguirán con lupa el técnico de la absoluta y los ojeadores de los clubes extranjeros deseosos de fichar al mejor guardameta olímpico africano. Nuestro protagonista destaca por su estatura, su fortaleza en los uno contra uno, su lectura del juego, su juego aéreo y de pies y sus atajadas durante las tandas penales: "Gracias a Dios, todo está pasando como lo había previsto. Mi principal objetivo es guardar la meta de un equipo europeo y de la absoluta de Argelia. Por eso, participar en los Juegos Olímpicos de Río es una ocasión única. No obstante, eso solo se hará realidad con trabajo duro y perseverancia".
Dado que sus hermanos mayores, los Zorros del Desierto, se plantaron en los octavos de final de Brasil 2014, no hay duda de que Salhi y compañía confían en sus opciones de triunfar en Río 2016.
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