sábado, 11 de agosto de 2018

Renovación en los banquillos africanos

[Especial para The Line Breaker] Por primera vez desde España 1982 en el último mundial, disputado en Rusia, no hubo representante africano que pudiese superar la fase de grupos. Sin embargo, tres de los cinco entrenadores que comandaron a selecciones de África siguen en el cargo para dar continuidad a sus proyectos: el francés Hervé Renard en Marruecos, el alemán Gernot Rohr en Nigeria y el senegalés Aliou Cissé en los Leones de Teranga.
Nabil Maaloul dejó su puesto en Túnez para marcharse al Al Duhail de Qatar, mientras que el argentino Héctor Cúper concluyó su vínculo con Egipto para luego hacerse cargo de Uzbekistán. Pero como el mundial no es el único torneo que le importa a los países africanos, rápidamente el seleccionado tunecino se hizo con los servicios de Faouzi Benzarti -dejó su cargo en el Wydad Casablanca marroquí-, en tanto que los Faraones serán comandados por el mexicano Javier Aguirre.

Es que el mes que viene, África verá la reanudación de las Eliminatorias rumbo a la CAN 2019 que organizará Camerún. Y justamente los Leones Indomables confirmaron al holandés Clarence Seedorf -con Patrick Kluivert como colaborador- como el nuevo seleccionador para poner fin al interinato de Alexandre Belinga.

Durante el Mundial de Rusia, y haciendo un rápido recuento de los entrenadores de los seleccionados africanos en mundiales, surge fácilmente la polémica sobre la continua elección de entrenadores foráneos para dirigir en África. “Brujos Blancos” los suelen llamar en el continente. En la previa de la CAN 2013, hace poco más de cinco años, el entrenador de Nigeria, Stephen Keshi, hizo una acusación que no cayó muy bien entre varios de sus colegas. “Los entrenadores blancos vienen a África sólo por el dinero”, fue la dura declaración del entrenador de las Súper Águilas que se consagraría campeón en el certamen que tuvo lugar en Sudáfrica. Pero la crítica de Keshi iba más allá de una cuestión de color de piel.

Cuando las Federaciones contratan a un técnico africano le exigen que gane la Copa del Mundo, la Copa de África de Naciones, y cada juego, mientras tanto, que si el trabajo lo toma un entrenador blanco le dicen que no se preocupe, que se adapte, conozca el país y los jugadores antes de exigirle resultados. Eso no es profesional y es una cosa que está matando el fútbol africano“, dijo el mundialista en 1994 que falleció en junio de 2016.
A las llegadas de Benzarti, Seedorf y Aguirre hay que sumar al argelino Djamel Belmadi y el belga Sven Vandenbroek, que se hicieron cargo en el último mes de Argelia y Zambia, respectivamente. Y el último en ser anunciado fue un ex goleador nigeriano: Emmanuel Amunike. El que hiciera dupla con Amokachi en la irrupción de las Súper Águilas en Estados Unidos 1994, fue presentado la última semana como nuevo seleccionador de Tanzania.

Poco a poco, la balanza se va igualando y los entrenadores locales son más tenidos en cuenta. En los casos mencionados, Cissé, Benzarti, Belmadi y Amunike ya son un buen número de cara a la reanudación de las Eliminatorias para la CAN 2019. “Soy el único entrenador negro en este torneo y es una realidad dolorosa que me molesta. Creo que el fútbol es universal y que el color de la piel tiene poca importancia en el juego”, señaló Aliou Cissé durante Rusia 2018. Primero el cambio debe empezar por casa y parece que los dirigentes africanos lo están entendiendo volcando cada vez más su confianza en entrenadores del continente.

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