[Por Diego Martín Yamus] Desde que empezó a competir internacionalmente en 1960 como Alto Volta, Burkina Faso apenas era un nombre de tantos en el inmenso mapa de África. Jugó su primera Copa Africana de Naciones con esa denominación en 1978 y, ya con su actual a partir de 1984, en cinco ediciones desde 1996, alcanzando su primer gran logro cuando la organizó en 1998 y fue semifinalista. Pero no es lo mismo ser grande en el continente que en un Mundial. Es que hubo otra selección de “los Potros” que galopó más rápido y consiguió algo mejor aún, un tercer puesto en el Sub 17 ante grandes como Argentina y España.
En efecto, el juvenil burkinés ya había jugado la Copa más chica de la FIFA en Nueva Zelanda en 1999, pero no pasó de fase aún con un valioso 2-2 frente a Paraguay. Tuvo una nueva chance en 2001 en el Campeonato Africano de Seychelles, y gracias a que Guinea, finalista original cuando lo venció 2-1, fue suspendido por la FIFA, logró regresar al torneo a celebrarse en Trinidad y Tobago. De paso disputó la definición del regional ante el poderoso Nigeria, que lo goleó 3 a 0.
Así, el tal Burkina Faso fue a la nación del Caribe sin casi ruido. El once del oeste debutó el 15 de septiembre ante la Argentina de Carlos Tévez y Maxi López por el Grupo C en Couva. Apenas pasaron dos minutos y Lucas Correa abrió el marcador para la albiceleste. Nada hacía suponer que los africanos no sólo reaccionarían sino que estarían cerca de ganarlo. A los 29 Wilfried Sanou igualó de cabeza, y a los 79 Enoch Conombo aprovechó un mal despeje del arquero Lucas Molina para desnivelar. Burkina Faso estaba a poco del golpe, pero en el segundo minuto agregado el árbitro de Vanuatu Harry Attisson le regaló a Argentina un inexistente penal que López transformó en el empate a dos final. Pero la revancha llegó sólo dos días después, el 17 en Marabella, y ahí nuevamente Sanou, esta vez de penal a los 41, dio el primer y gran triunfo contra la España de Fernando Torres 1 a 0. Y el 20 pasó a los cuartos de final al igualar a uno con Omán, con gol de Nikiema a los 22, escoltando a nuestro país en la zona.
El 24 era Costa Rica el rival a saltar para arribar a una histórica semifinal. Y el subcampeón de África lo hizo bien: 2 a 0 por Gorogo a los 56’ y de nuevo Sanou a los 84. Burkina Faso se metía así entre los cuatro mejores del mundo, aunque fuera un Sub 17. Pero justo Nigeria era su escollo, el 27 en Malabar, y el penal de Opabunmi a los cuatro minutos decretó el éxito nigeriano 1 a 0 y que los burkineses fueran a por el tercer puesto. Ese encuentro fue inolvidable: el 30 en la capital Port of Spain, el equipo pasó por arriba a Argentina y sólo ganó 2 a 0 (Gorogo a los 30, Conombo a los 78) por errores en definir las numerosas chances que tuvo, en un baile histórico a la selección de Hugo Tocalli.
Esos chicos hicieron inesperada y grata historia para su país, sorprendiendo como Ghana en 1991. Varios fueron dos años después subcampeones de África Sub 20 y disputaron el Mundial en Emiratos Árabes Unidos, quedando afuera con Canadá en octavos. Pero otros integraron la absoluta más adelante. Y esa gesta de Trinidad y Tobago 2001 los marcó como reales glorias del continente.
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