Seguramente cuando Fouad Bachirou empezó a dar sus primeros pasos en el USA Clichy francés no imaginó que terminaría jugando para el seleccionado de Comores, una isla ubicada en el Océano Índico -entre Madagascar y Mozambique-. El hoy número 8 de los Celacantos -cómo se apoda al seleccionado comorense- nació un 15 de abril de 1990 en la ciudad francesa de Valence.
Con 14 años, Bachirou se sumó a las inferiores del Paris Saint Germain donde compartió entrenamientos y partidos con jugadores como Mamadhou Sakho (llegó a jugar en Liverpool y hoy está en Crystal Palace). Allí fue creciendo al lado de jugadores de talla mundial en el primer equipo del PSG como el beninés Stephane Sessengon, los franceses Ludovic Giuly y Jerome Rothen o el serbio Mateja Kezman. Aunque no llegó a jugar en ese primer equipo, hubo un jugador de ese plantel que lo impulsaría para seguir creyendo en él y en su forma de jugar: Claude Makelele.
El nacido en Kinshasa llegó en 2008 al PSG luego de una exitosa carrera que incluyó dos Mundiales con Francia y destacados pasos por Real Madrid y Chelsea. En 2011 colgó los botines para ya había influido para siempre en la vida deportiva de Bachirou. "Makelele fue el mejor del mundo en su posición durante muchos años, por lo que aprender de él fue un verdadero honor", dijo en una reciente entrevista con la BBC Sport. "Yo era un pequeño centrocampista como él y ya había sido rechazado por Auxerre y Nice siendo más joven porque pensaban que no era lo suficientemente grande (...) En ese tiempo los clubes preferían centrocampistas altos y poderosos como Patrick Vieira, pero Makelele cambió eso: él era la excepción, el jugador pequeño del centro del campo que robaba muchas pelotas y tenía influencia en el partido. Me hizo creer que podía lograrlo", confesó.
El nacido en Kinshasa llegó en 2008 al PSG luego de una exitosa carrera que incluyó dos Mundiales con Francia y destacados pasos por Real Madrid y Chelsea. En 2011 colgó los botines para ya había influido para siempre en la vida deportiva de Bachirou. "Makelele fue el mejor del mundo en su posición durante muchos años, por lo que aprender de él fue un verdadero honor", dijo en una reciente entrevista con la BBC Sport. "Yo era un pequeño centrocampista como él y ya había sido rechazado por Auxerre y Nice siendo más joven porque pensaban que no era lo suficientemente grande (...) En ese tiempo los clubes preferían centrocampistas altos y poderosos como Patrick Vieira, pero Makelele cambió eso: él era la excepción, el jugador pequeño del centro del campo que robaba muchas pelotas y tenía influencia en el partido. Me hizo creer que podía lograrlo", confesó.
A mediados de 2010, Bachirou pasó al fútbol escocés para empezar a sumar minutos en un primer equipo. El Greenock Morton FC -de Segunda División- lo recibió con los brazos abiertos y el mediocampista central se convirtió rápidamente en uno de los favoritos de los fanáticos. Sin embargo, la adaptación para el futuro jugador del seleccionado comorense no fue fácil: el idioma inglés y un fútbol mucho más directo fueron las principales trabas. "En algunos de mis primeros partidos ni siquiera toqué el balón. Pero aprendí a adaptarme. Antes de ir allí, nunca había oído hablar de Greenock y si de joven me hubieran dicho que iba a jugar fútbol en una ciudad escocesa, creo que me habiese reído", contaría años después.
Llegó con 20 años y se fue con 24 pero también con esposa. Es que en Greenock, Bachirou conoció a Debbie y hoy en día es la mujer que lo acompaña. El siguiente destino fue Suecia, para jugar en el Ostersunds FK dirigido por Graham Potter -hoy entrenador del Brighton-. "Te hace un mejor jugador, sea cual sea tu nivel (...) Si eres un jugador promedio, te conviertes en un buen jugador; si eres un buen jugador, él te convertirá en un gran jugador (...) Espero cosas aún más grandes para él; seguramente puede llegar a alguno de los cinco mejores clubes de Inglaterra en el futuro", dice Bachirou del entrenador inglés.
Llegó con 20 años y se fue con 24 pero también con esposa. Es que en Greenock, Bachirou conoció a Debbie y hoy en día es la mujer que lo acompaña. El siguiente destino fue Suecia, para jugar en el Ostersunds FK dirigido por Graham Potter -hoy entrenador del Brighton-. "Te hace un mejor jugador, sea cual sea tu nivel (...) Si eres un jugador promedio, te conviertes en un buen jugador; si eres un buen jugador, él te convertirá en un gran jugador (...) Espero cosas aún más grandes para él; seguramente puede llegar a alguno de los cinco mejores clubes de Inglaterra en el futuro", dice Bachirou del entrenador inglés.
Fue en ese momento que Bachirou empezó a perseguir una idea ambiciosa: jugar internacionalmente para Comores. Bachirou se enteró de sus raíces comorenses desde temprana edad por su madre, quien nació y creció en la isla. Iban periódicamente de vacaciones a la tierra natal de su madre, donde el mediocampista recuerda sentirse más seguro que en París. "Cuando era niño y vivía en Francia mi madre se preocupaba si me quedaba jugando al fútbol en las calles, pero en Comores nos íbamos por la mañana, jugábamos todo el día y volvíamos por la noche, sin ningún problema. Jugaba en el bosque y en la playa rodeado de una hermosa libertad", llegó a contar.
A principios de 2014, con la llegada de Amir Abdou al banquillo de Comores se empezaron a abrir las puertas del seleccionado para Bachirou. Abdou, para subir el nivel de su equipo, empezó a buscar jugadores radicados en Europa con raíces isleñas y contactó al hombre del Ostersunds que enseguida dijo que sí. "Sabía que significaría mucho para mi madre. El país es parte de mí y desde muy joven supe todo sobre mis antepasados. En mi casa, hablamos el idioma comorense con mi madre y mis hermanas", sostiene Bachirou.
En marzo de 2014 fue el debut de Bachirou en un amistoso contra Burkina Faso, en Marsella. Después de más de dos años Comores volvía a tener actividad internacional y significó mucho para la comunidad comorense en Francia que se acercó a alentarlos. "Estaban muy entusiasmados por tener a su equipo nacional de regreso. Fue muy emotivo para todos los jugadores; me sentí muy feliz de ser parte de ese gran momento", confesó. Pero la más orgullosa: su madre.
Desde entonces, el equipo de Abdou se transformó en un buen combinado que hasta llegó a complicar a gigantes del continente como Marruecos, Ghana o Camerún. En mayo de 2014 cayó por poco ante Kenia (global 2-1) en la primera ronda de las Eliminatorias rumbo a la CAN 2015y en el camino a la CAN 2017 los Celacantos quedaron últimos del Grupo D por detrás de Burkina Faso, Uganda y Botswana. Mientras que para la CAN 2019 la performance en las clasificatorias mejoró superando a Mauricio (fase preliminar) y sacando empates ante marroquíes y cameruneses en la fase de grupos.
Si tenemos en cuenta que en diciembre de 2006 Comores era el último país del ránking de la FIFA, el avance es considerable. En la última CAN, disputada en Egipto, Madagascar llegó hasta los cuartos de final en su primera participación. Y Comores busca seguir los pasos de los malgaches. "En 2017 jugamos un amistoso con Madagascar en París y competimos bien contra ellos, empatando 1 a 1. Cuando los vimos en la CAN el año pasado, recuerdo haber dicho 'mira lo bien que lo están haciendo, podríamos ser nosotros'. Fue una llamada de atención para ver que, en realidad, se puede llegar allí, Comores puede llegar a una CAN. Ahora creemos que es posible. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero hemos estado trabajando muy duro desde 2014", dice Bachirou.
En el camino a los Mundiales, lo mejor de Comores fue en el camino a Rusia 2018. En primera ronda dejaron en el camino a Lesotho y luego llegó Ghana. "Recuerdo que tardamos dos horas y media en hacer un viaje de 40 minutos después de un empate 0-0 contra Ghana. Los fanáticos estaban en las calles celebrando como si hubiéramos ganado la Copa del Mundo", recuerda Bachirou. La revancha en Kumasi fue para las Black Stars con goles de Wakaso y Jordan Ayew, pero al menos ahora Comores es un seleccionado competitivo.
Ya sin chances rumbo a Qatar 2022 -Togo lo superó en primera ronda-, los Celacantos marchan primeros en el Grupo G de las Eliminatorias para la CAN 2021. Debutaron con triunfo 1-0 como visitantes de los togoleses y en la segunda fecha sacaron un histórico 0-0 ante Egipto. Este partido -disputado el 18 de noviembre de 2019- fue el primer partido de Comores en su nuevo estadio de Malouzini con capacidad para 10.000 personas financiado por China en la capital Moroni, "Ver nuestro crecimiento en este nuevo estadio es algo hermoso (...) No importa el resultado: la gente es feliz cuando jugamos en casa. Somos hijos de esta tierra que vuelven a casa y eso significa mucho para la gente", sostiene Bachirou quien desde 2018 viste la camiseta del Malmo sueco.
Con un equipo joven que está madurando el fútbol de Comores cree. "Ya llevamos un largo proceso para formar un equipo exitoso y somos un país muy pequeño que nunca se ha clasificado para un gran torneo. Ahora aspiramos a clasificarnos para la CAN, que sería algo enorme para nuestro país", cierra Bachirou. El mes pasado se tendría que haber disputado la doble fecha de Eliminatorias rumbo a Camerún 2021 pero todo se postergó por la pandemia que afecta al mundo entero. Cuando se retome la actividad, Comores tendrá una oportunidad histórica de encaminar la clasificación a su primera CAN, cuando visite y luego reciba a Kenia. La ilusión de Bachirou sigue intacta.
A principios de 2014, con la llegada de Amir Abdou al banquillo de Comores se empezaron a abrir las puertas del seleccionado para Bachirou. Abdou, para subir el nivel de su equipo, empezó a buscar jugadores radicados en Europa con raíces isleñas y contactó al hombre del Ostersunds que enseguida dijo que sí. "Sabía que significaría mucho para mi madre. El país es parte de mí y desde muy joven supe todo sobre mis antepasados. En mi casa, hablamos el idioma comorense con mi madre y mis hermanas", sostiene Bachirou.
En marzo de 2014 fue el debut de Bachirou en un amistoso contra Burkina Faso, en Marsella. Después de más de dos años Comores volvía a tener actividad internacional y significó mucho para la comunidad comorense en Francia que se acercó a alentarlos. "Estaban muy entusiasmados por tener a su equipo nacional de regreso. Fue muy emotivo para todos los jugadores; me sentí muy feliz de ser parte de ese gran momento", confesó. Pero la más orgullosa: su madre.
Desde entonces, el equipo de Abdou se transformó en un buen combinado que hasta llegó a complicar a gigantes del continente como Marruecos, Ghana o Camerún. En mayo de 2014 cayó por poco ante Kenia (global 2-1) en la primera ronda de las Eliminatorias rumbo a la CAN 2015y en el camino a la CAN 2017 los Celacantos quedaron últimos del Grupo D por detrás de Burkina Faso, Uganda y Botswana. Mientras que para la CAN 2019 la performance en las clasificatorias mejoró superando a Mauricio (fase preliminar) y sacando empates ante marroquíes y cameruneses en la fase de grupos.
Si tenemos en cuenta que en diciembre de 2006 Comores era el último país del ránking de la FIFA, el avance es considerable. En la última CAN, disputada en Egipto, Madagascar llegó hasta los cuartos de final en su primera participación. Y Comores busca seguir los pasos de los malgaches. "En 2017 jugamos un amistoso con Madagascar en París y competimos bien contra ellos, empatando 1 a 1. Cuando los vimos en la CAN el año pasado, recuerdo haber dicho 'mira lo bien que lo están haciendo, podríamos ser nosotros'. Fue una llamada de atención para ver que, en realidad, se puede llegar allí, Comores puede llegar a una CAN. Ahora creemos que es posible. Todavía hay un largo camino por recorrer, pero hemos estado trabajando muy duro desde 2014", dice Bachirou.
Ya sin chances rumbo a Qatar 2022 -Togo lo superó en primera ronda-, los Celacantos marchan primeros en el Grupo G de las Eliminatorias para la CAN 2021. Debutaron con triunfo 1-0 como visitantes de los togoleses y en la segunda fecha sacaron un histórico 0-0 ante Egipto. Este partido -disputado el 18 de noviembre de 2019- fue el primer partido de Comores en su nuevo estadio de Malouzini con capacidad para 10.000 personas financiado por China en la capital Moroni, "Ver nuestro crecimiento en este nuevo estadio es algo hermoso (...) No importa el resultado: la gente es feliz cuando jugamos en casa. Somos hijos de esta tierra que vuelven a casa y eso significa mucho para la gente", sostiene Bachirou quien desde 2018 viste la camiseta del Malmo sueco.
Con un equipo joven que está madurando el fútbol de Comores cree. "Ya llevamos un largo proceso para formar un equipo exitoso y somos un país muy pequeño que nunca se ha clasificado para un gran torneo. Ahora aspiramos a clasificarnos para la CAN, que sería algo enorme para nuestro país", cierra Bachirou. El mes pasado se tendría que haber disputado la doble fecha de Eliminatorias rumbo a Camerún 2021 pero todo se postergó por la pandemia que afecta al mundo entero. Cuando se retome la actividad, Comores tendrá una oportunidad histórica de encaminar la clasificación a su primera CAN, cuando visite y luego reciba a Kenia. La ilusión de Bachirou sigue intacta.
Entregas Anteriores
1-Angola: El goleador Chico Gordo
2-Argelia: MC Alger Champions 1976
3-Benín: Vitalor Ligue 1
4-Botswana: Los estadios
5-Burkina Faso: Las Juveniles
6-Burundí: El presidente
7-Cabo Verde: La Copa Amílcar Cabral
8-Camerún: Oro olímpico en Sydney 2000
9-Chad: La extrañeza de gritar campeón
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