El destacado entrenador alemán Rudolf "Rudi" Gutendorf dirigió a 55 equipos en 32 países (de los cinco continentes), lo que le permitió obtener un récord Guinness. A nivel selecciones también fue un trotamundos y en África llegó a dirigir en Botswana, Ghana, Mauricio, Zimbabwe, Santo Tomé y Príncipe, Tanzania y Rwanda.
Imagen Ilustrativa generada con la IA Grok |
Su carrera como DT empezó en 1954 con tan solo 27 años dirigiendo en divisiones menores de Alemania. El debut como DT de selecciones se dio recién en 1968 cuando dirigió la selección de Bermudas y culminó en 2003 estando al mando de la selección de Samoa.
En 1997, Gutendorf recibió la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania. La cita decía: "Rudi Gutendorf ha promovido como un excelente trabajador de ayuda humanitaria en la reputación deportiva de la República Federal de Alemania en el extranjero".
En 2013, en una nota de la BBC, se lo destacó como una "especie de misionero del fútbol, cuando fue financiado por el gobierno alemán y la asociación de fútbol para llevar su experiencia al mundo en desarrollo". "Mi Federación me enviaba a países en desarrollo para trabajar. En lugar de mandar arroz, me mandaban a mí. Era como un misionero”, contó en su medio siglo como entrenador.
A fines de los años noventa Rudi fue enviado a Rwanda, un país todavía en recuperación de una brutal guerra civil en la que la tribu hutu, liderada por el Gobierno, llevó a cabo un feroz genocidio contra los tutsis, matando hasta un millón de personas. "El gobierno alemán me dijo: 'Rudi, no nos importa si ganas 1-0, 2-0, lo más importante es el aspecto social; que intentes unir a las dos tribus'", dijo Gutendorf al programa World Football de la BBC.
Pero Rudi no solo cumplió en ese sentido, sino también logró algunos resultados resonantes. Como el 2-2 ante Costa de Marfil en el camino al Mundial 2002. "Yo estaba casi loco de alegría. Hutus y tutsis estaban abrazándose y besándose. La generación de sus padres todavía quería cortarle la garganta al otro, pero ahora sus hijos se abrazaban en el campo y en la grada. Ese fue probablemente el momento más hermoso de mi carrera", aseguró Gutendorf.
La primera experiencia africana de Rudi fue en 1961 en el US Monastir (Túnez). Años más tarde, en Zimbabwe, fue capaz de convencer a sus jugadores que la magia negra no tenía influencia alguna en el fútbol, a pesar de que el rival vertió sangre de cabra por las líneas del área.
"Siempre estaba trabajando con los más pobres de los pobres", comentaría en alguna de las tantas entrevistas que le hicieran. Su esposa siempre le preguntaba por qué lo hacía. "Creo que fue una especie de misión para mí. Sobre todo, probablemente pensaba que era lo correcto", sentenció quien falleciera en septiembre de 2019.
Ocho años antes, por su "importante contribución a la comprensión internacional" fue condecorado con la Bundesverdienstkreuz (Cruz Federal del Mérito). Merecido reconocimiento para un trotamundos de los banquillos que también tuvo su paso por el continente africano.
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