Luego de Dakar, El Cairo y Argel seguimos en el norte del continente africano para hablar de otra mítica ciudad: Casablanca. A fines de junio se cumplieron 80 años del estreno de la película del mismo nombre protagonizada por Ingrid Bergman y Humphrey Bogart. La clásica película en blanco y negro de Warner Bros se ha convertido en una obra maestra gracias a su perfección narrativa y actoral.
Aunque la película se grabó enteramente en estudios norteamericanos, el director Michael Curtiz optó por centrar el escenario en territorio marroquí, punto intermedio entre Europa y Estados Unidos por parte de las víctimas que huían de la atrocidad de la Segunda Guerra Mundial. Desde aquellos años cuarenta Casablanca se volvió una ciudad emblemática. La ciudad se ubica en el oeste marroquí sobre las costas del Atlántico, con una población de más de 4 millones de habitantes. "Casablanca es una ciudad milenaria, metrópolis en expansión, enigmática, insólita y entrañable. Es una ciudad resueltamente volcada hacia la modernidad siendo el pulmón económico del Reino que vive en la efervescencia de un urbanismo constantemente innovador y alberga una sociedad cosmopolita reconocida por su dinamismo, su jovialidad, su espíritu de tolerancia y su hospitalidad", sostiene Imane Dryef de la Embajada de Marruecos en Buenos Aires.
Aunque la capital política del país es Rabat, el centro económico y comercial de Marruecos es Casablanca. El origen del nombre de la ciudad tiene que ver con la denominación que le daban los marinos portugueses (Casa branca) al lugar por una pequeña casa blanca que se podía visualizar en la colina de Anfa. Si nos vamos a lo futbolístico, Casablanca es la sede de uno de los estadios más emblemáticos del continente (Mohamed V) y de uno de los derbis más importantes del mundo: Wydad Casablanca vs Raja Casablanca.
El antagonismo entre estos dos grandes clubes tiene una dimensión social ya que al público del Wydad se lo asocia tradicionalmente con la clase media, mientras que los simpatizantes del Raja proceden más bien de los barrios populares. Esta rivalidad está íntimamente ligada a un personaje que ha marcado la historia de los dos clubes: Affani Mohamed Ben Lahcen, alias "Padre Jégo". Tras fundar el Wydad en 1937 y darle los primeros títulos como entrenador, casi dos décadas después los directivos empezaron a verlo como una molestia y le dieron salida en 1952. Pero Padre Jégo quería seguir ligado al fútbol, y llamó a la puerta del Raja. Allí aportó su pasión y su experiencia y con su carisma y su estilo de juego cautivó rápidamente al público del Raja, para el que los duelos contra el WAC se acabarían convirtiendo en ocasiones para vengar el honor de su héroe.
Actualmente, el Wydad es el campeón de la Champions Africana y el Mohamed V fue uno de los estadios de la CAN Femenina que organizó Marruecos y que vio como Sudáfrica ganó el certamen por primera vez en su historia. En 1988, la única vez que Marruecos albergó la CAN, el Mohamed V fue la sede principal del torneo que tuvo a Camerún campeón venciendo en la final 1-0 a Nigeria con un penal de Kundé. Tres décadas después, el mismo Mohamed V fue el escenario para el primer título de los Leones del Atlas en la CHAN, goleando en la final 4-0 a Nigeria.
Las medinas con sus elegantes arcadas, sus comercios multicolores, la animación de sus laberínticas callejuelas, crean un llamativo contraste que amplifica el cambio de escenario y enamora a esta ciudad que no deja de sorprender y seducir.
Es su lado multicultural lo que da el encanto a esta ciudad. "Todas las culturas marroquíes conviven y dan una identidad muy particular a la ciudad.
En Casablanca, podrán descubrir a una de las más bellas y grandes mezquitas del mundo musulman, la mezquita Hassan II, que tiene el minarete más alto del mundo, con una altura de 210 metros", agrega Imane Dryef .
Dada la importancia de la ciudad en el escenario marroquí, los clubes de Casablanca son los amplios dominadores en la liga doméstica. Wydad (22 campeonatos) y Raja (12) son los máximos campeones y también con 12 aparece el FAR de Rabat en el podio. Pero no son los únicos equipos de Casa que han sido campeones; también lo fueron Etoile (1959), Racing (1972) y Olympique (1994).
También a nivel internacional, Wydad y Raja son los máximos exponentes del fútbol marroquí dejando siempre bien parada a Casablanca. El Wydad es el actual campeón de la Champions, que también ganó en 1992 y 2017. El Raja también la ganó en tres ocasiones (1989, 1997 y 1999) siendo además subcampeón del mundo en 2013, al caer en la final ante el Bayern Munich alemán 2 a 0.
Nos metemos de lleno con el equipo con jugadores nacidos en Casablanca y en el arco nos encontramos con Khalil Azmi, que jugó en los dos gigantes de la ciudad -en 1992 pasó al Raja- y fue titular en las dos primeras fechas del Grupo F en Estados Unidos 1994: 0-1 ante Bélgica y 1-2 ante Arabia Saudita -también capitán-. En el lateral derecho Abdelilah Saber, surgido en el Wydad y con pasos por Sporting Lisboa y Napoli; titular en los tres partidos de su seleccionado en Francia 1998. En la zaga central, Benoun -campeón en Raja Casablanca- y el mito Noureddine Naybet, que empezó a destacar en 1992 ganando la Champions con Wydad para luego dar el salto a Europa -Nantes, Sporting, Deportivo La Coruña y Tottenham- y convertirse en uno de los mejores centrales de su país y del continente africano jugando dos Mundiales (EEUU 1994 y Francia 1998). Completa en el lateral izquierdo Youssef Rossi, surgido a mediados de los 90 en el Raja, y titular en los dos primeros partidos en Francia 98. Jugó también en Stade Rennais (Francia), NEC Nijmegen (Países Bajos), Dunfermline (Escocia) y en el fútbol qatarí.
En el mediocampo aparece Abdelmajid Dolmy -apodado Maestro-, quien nunca salió de Casa -más de 500 partidos en Raja y un breve período en el Olympique- y jugó los Juegos Olímpicos 1984 además de ser pieza clave en el Mundial de México 86, cuando Marruecos se convirtió en el primer seleccionado de África en superar la fase de grupos. A sus costados, otro mito como Bouderbala -presente también en la experiencia mexicana-, quien fuera elegido como mejor jugador en la CAN 1988, en la que fueron cuartos. Se destacó en Sion (Suiza) y los franceses Lyon y Racing de Paris. Completa el tridente medio Mustapha El Haddaoui, quien no solo estuvo en México 86 sino que se mantuvo en buena forma y volvió a decir presente en Estados Unidos 94 siendo el capitán en el debut con 33 años, previos pasos por Saint Etienne, Lens, Niza y Angers.
La delantera la lidera el capitán Larbi Ben Barek, nacido en 1914 cuando la ciudad era parte del Protectorado Francés. Fue uno de los primeros futbolistas africanos en triunfar en el fútbol europeo (Marsella, Atlético de Madrid) y representó al seleccionado francés. También jugó en el Wydad y en los Leones del Atlas, a los que también comandó como entrenador. En el extremo derecho un mito del Raja como Mohsine Moutouali, que a pesar de haber tenido pocas chances en el seleccionado es una referencia del Raja y fue clave en el subcampeonato mundial de 2013. Completa este once de Casablanca uno de los goleadores marroquíes en la historia de los mundiales: Salaheddine Bassir. Este delantero nacido en 1972 jugó sus primeros años de carrera en el Raja y tuvo sus años gloriosos en el Deportivo La Coruña (1997-2001). En Francia 98 fue uno de los titulares en el equipo de Henri Michel y convirtió por duplicado en la goleada 3-0 sobre Escocia.
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