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miércoles, 16 de julio de 2025

Ciudades Futboleras: Johannesburgo (Sudáfrica)

Más de un año y medio pasó de la última entrega de esta sección en la que hoy retomamos yéndonos a Sudáfrica. Y es que en Johannesburgo, el fútbol no se limita a goles y estadios: es una expresión viva de lucha, identidad y transformación. En el corazón de Sudáfrica, donde las grietas del apartheid marcaron generaciones, el fútbol emergió como un lenguaje común para los marginados, un espacio de resistencia frente a la opresión, y luego, como una herramienta poderosa de unidad nacional. Con más de 5.6 millones de habitantes según estimaciones de 2024, es la ciudad sudafricana más grande y capital de la provincia de Gauteng. Surgió como un asentamiento de oro en el Siglo XIX y de allí su apodo: Ciudad de Oro. 
Justamente cuando se descubrieron las primeras pepitas de oro a finales del siglo XIX, la ciudad fue directamente situada en el mapa. Oficialmente, Johannesburgo fue fundada en 1886. Johannes Meyer y Johannes Rissik, los «2 Johannes» del gobierno de la República Sudafricana, dieron sus nombres a la ciudad que pronto se convertiría en el centro de negocios del continente africano.

Durante los oscuros años del apartheid -entre 1948 y 1994-, cuando la segregación no solo separaba viviendas y escuelas, sino también canchas y ligas, el fútbol fue uno de los pocos ámbitos donde la mayoría negra pudo construir su propia voz. En los polvorientos campos de Soweto, nacieron clubes como Orlando Pirates y Kaizer Chiefs, que rápidamente se convirtieron en más que equipos: eran símbolos de orgullo, de pertenencia, de una comunidad que no podía ser silenciada.

El Orlando Pirates -fundado en 1937- tiene una de las hinchadas más masivas del país con base política e histórica en Soweto. Su casa, el Orlando Stadium, con capacidad para 40.000 personas, fue inaugurado en 1959 pero fue demolido para tener su reinauguración y ser sede del Concierto Inaugural del Mundial 2010. Entre medio, en 1995, el Orlando se convirtió en el primer club sudafricano en ganar la Champions Africana. 

También de Johannesburgo es el Moroka Swallows -de los equipos sudafricanos más antiguos, fundado en 1947-, con base en Soweto y gran peso simbólico en el fútbol urbano. En 1970 surgió el Kaizer Chiefs, el club más popular y con 4 ligas locales en su haber: 2004, 2005, 2013, 2015. El derby de Soweto, entre Kaizer Chiefs y Orlando Pirates, es uno de los más importantes del continente y en promedio es presenciado por más de 90.000 personas.

La política y el fútbol se cruzan en cada clásico entre Orlando y Kaizer, en cada tribuna llena, en cada niño que soñaba con escapar de la opresión con una pelota en los pies. Soweto, epicentro de rebeliones estudiantiles y represión brutal, también fue la cuna del fútbol popular sudafricano.

Con el fin del apartheid, Johannesburgo fue el epicentro de una segunda revolución: la reintegración al mundo deportivo. Nelson Mandela, que entendía el poder simbólico del deporte, vio en el fútbol -y en el deporte en general- una herramienta de reconciliación. En 1995, Sudáfrica fue la sede del Mundial de Rugby y los Springboks -el seleccionado local- se consagraron campeones al ganar la final en Ellis Park ante Nueva Zelanda. 

También Nelson Mandela fue uno de los grandes impulsores de la candidatura de Sudáfrica como sede mundialista para 2010, algo que finalmente terminó sucediendo en lo que fue la primera vez que el continente africano albergó el máximo evento futbolístico del planeta. Johannesburgo fue la sede principal, con el partido inaugural (1-1 vs México) y la final (España 1-Holanda 0) en el Soccer City y varios partidos además en el mencionado Ellis Park.

Justamente en el Soccer City, también conocido como FNB o “el calabash”, fue donde Nelson Mandela hizo su última aparición pública en la el cierre del Mundial. Sudáfrica, por unos días, fue el corazón del mundo y el fútbol cumplió su promesa: unir, emocionar, transformar. En Johannesburgo, cada gol tiene historia. Y cada historia, una dimensión política y social. Por eso, hablar de fútbol en esta ciudad es hablar también de Sudáfrica.
Y como siempre cerramos cada capítulo de esta sección, armamos un equipo con jugadores nacidos en Johannesburgo, considerando talento, trayectoria y legado en el fútbol sudafricano e internacional.

En el arco, bajo los tres palos, aparece Bryan Baloyi oriundo de Alexandra en la Región E de la ciudad. Apodado Spiderman jugó en Kaizer Chiefs y Mamelodi Sundowns, vistiendo en 24 ocasiones el buzo de los Bafana Bafana. En la línea de tres defensores aparecen nombres fuertes: Lucas Radebe, Aaron Mokoena y Tshabalala. Los tres integran el top ten de los sudafricanos con más presencias en el el seleccionado. Mokoena jugó 107 veces entre 1999 y 2010 y vistió la camiseta de importantes clubes de Europa como Ajax (Países Bajos) y Blackburn Rovers (Inglaterra); Lucas Radebe fue uno de los grandes centrales de la historia de Sudáfrica jugando en Kaizer Chiefs y Leeds de Inglaterra mientras que Tshabalala será recordado por siempre por su golazo a México en el encuentro inaugural de Sudáfrica 2010.

El mediocampo se lo reparten entre Teko Modise, Reneilwe Letsholonyane, Steven Pienaar y Thulani Serero. Modise nació en Soweto y sus clubes más destacados fueron Orlando Pirates y Mamelodi Sundowns. También jugó el Mundial 2010. Letsholonyane también nació en Soweto, estuvo en el Mundial 2010 y jugó toda su carrera en el país, con una larga estancia en el Kaizer Chiefs (2008-2016) como lo más destacado.

A diferencia de los últimos dos, Pienaar tuvo un largo recorrido en el fútbol europeo, jugando en clubes como Ajax (Países Bajos), Dortmund (Alemania) y Everton (Inglaterra). Además, estuvo en los Mundiales de 2002 (no jugó) y 2010. Serero es el más joven del mediocampo, aún en actividad en el Cape Town City de su país con pasos previos por Europa (Ajax y Vittesse) y Asia (Al Jazira y Khor Fakkan Club).

Y por último, en la delantera completan dos mitos 
como Doctor Khumalo y Jomo Sono acompañados por uno más actual: Lebo Mothiba. "Exquisito mediocampista de técnica prodigiosa y pases fabulosos, preferentemente por la izquierda, Khumalo nació en el célebre barrio de Soweto el 26 de junio de 1967 y cursó estudios en la Sizanani Primary School y la Daliwonga Secondary School", describió Diego Yamus a Khumalo en nuestra sección Glorias Africanas. El "Doctor" jugó en su país solamente en Kaizer Chiefs y luego tuvo un recordado paso por Ferro (Argentina) y Columbus Crew (Estados Unidos). Fue uno de los líderes en el título de la CAN 1996 y tuvo sus únicos minutos mundialistas en el 2-2 ante Arabia Saudita en Francia 98. 

Jomo Sono, por su parte, nació en la década anterior (1955) y su esplendor lo encontró en medio del apartheid. El Príncipe Negro, como se le conocía, "dejó su marca como un jugador de habilidad legendaria a quien se le negó un escenario mundial debido a circunstancias fuera de su control", se puede leer en un artículo de la CNN. Fue un mediocampista reconocido por su regate y precisión en los pases siendo "de los primeros sudafricanos en jugar en el extranjero, donde jugó para el New York Cosmos junto a Pelé", dijo a CNN el escritor de fútbol sudafricano Mo Alli. A su vuelta al país compró el equipo Highlands Park y lo rebautizó como Jomo Cosmos en honor a su antiguo equipo.

Y por último, cierra el equipo Lebo Mothiba. Actual jugador del Mamelodi Sundowns -jugó recientemente el Mundial de Clubes- con pasado en Europa: Lille, Valenciennes, Troyes y Estrasburgo, todos de Francia. También jugó la CAN 2019 para los Bafana Bafana.

Fuentes: Ámbito Financiero, Wikipedia, CNN, Presidencia Sudáfrica 

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