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jueves, 5 de noviembre de 2015

Sudán, más allá de la supervivencia

[Vía Fifa.com] Los sudaneses Al Merreikh y Al Hilal asombraron al resto del continente este año al plantarse en las semifinales de la Liga de Campeones de la CAF. Sin embargo, en lo que respecta a la selección nacional, la afición ha tenido más bien pocos motivos de celebración.
Desde finales de la década de 1950 hasta comienzos de la de 1970, Sudán desempeñó un importante papel dentro de la CAF, de la que por cierto fue miembro fundador. Fue tercera en la edición inaugural de la CAN, en 1957 (si bien aquel certamen solo contó con tres participantes), segunda en 1959 y 1963, y campeona en 1970 en su propio feudo. También tomó parte en 1972 y 1976, pero a partir de ahí empezó su particular travesía por el desierto, y durante largos años la hinchada tuvo que conformarse con ver por televisión cómo los mejores combinados de África competían por la corona continental.

La larga espera llegó a su fin cuando los Halcones se clasificaron para Ghana 2008. La alegría, no obstante, les duró poco, dado que fracasaron estrepitosamente con tres derrotas en sus tres choques de la fase de grupos, nueve goles en contra y ninguno a favor. Cuatro años más tarde, en 2012, dieron su primer aviso al llegar a cuartos de final.

Sudán lleva disputando los preliminares de la Copa Mundial de la FIFA™ desde Suecia 1958. De hecho, fue uno de los primeros países africanos en hacerlo, aunque nunca ha conseguido el ansiado billete. Su camino a Rusia 2018 empezará el 11 de noviembre contra Zambia. En esta Fase 2 de la competición, sólo los ganadores del duelo a doble partido pasan a la siguiente ronda, por lo que los jugadores están sometidos a una gran presión.

El defensa Ali Gafar se mostró optimista, pese a que ya participó en la campaña para Brasil 2014, en la que los Halcones terminaron últimos de un grupo en el que también estaba encuadrada Zambia. "Uno de los motivos por los que no somos tan buenos como deberíamos es que casi ninguno de nuestros jugadores entrena fuera. Tenemos talento, pero muy pocos tienen la oportunidad de salir al extranjero, e incluso si lo hacen, a menudo tienen problemas de adaptación a causa del idioma, el clima o la cultura".
El zaguero del Al Merreikh nos confesó que, en su opinión, a la selección le beneficiaría en gran medida jugar más. "Si disputásemos más amistosos, aprenderíamos a gestionar mejor los partidos. Tal y como están las cosas, a veces en los encuentros de competición se nos nota la falta de experiencia".

Indicios positivos 
Con todo, el fútbol sudanés está dando muestras de un cierto crecimiento que podría dar sus frutos en un futuro no muy lejano. De entrada, los Halcones cosecharon en junio una meritoria victoria por 1-0 contra Sierra Leona en los clasificatorios para la CAN 2017. Sin olvidar lo más importante, la excelente actuación de los dos grandes clubes del país, el Al Merreikh y el Al Hilal, en la Liga de Campeones de la CAF. Aunque ninguno de los dos logró alcanzar la final, su presencia en semifinales fue un rayo de esperanza y alegría para la afición.

Las dos entidades, presididas por empresarios de éxito, han acaparado prácticamente la liga y la Copa sin apenas dar opciones al resto de candidatos. La financiación aportada por sus propietarios les ha permitido contratar a entrenadores de nivel, como Otto Pfister y Diego Garzitto, y a jugadores de la talla de Jean-Paul Abalo (Togo), Haitham Mrabet y Abdelkarim Nafti (Túnez), Elijah Tana (Zambia) y el legendario arquero Essam El-Hadary, quien ganó la CAN cuatro veces con Egipto.

Para Gafar, el dominio de los dos gigantes de Omdurman tiene sus puntos positivos y negativos. "Gracias a ellos, Sudán se ha convertido en una de las grandes potencias del fútbol africano de clubes. La prueba es que el país tiene cuatro plazas en las dos competiciones africanas de clubes. Sin embargo, el nivel de la liga sudanesa es mediocre porque siempre hay una brecha entre los cuatro primeros y el resto. Eso demuestra falta de profesionalidad a todos los niveles. Sólo unos pocos tienen los recursos financieros necesarios para plantar cara al más alto nivel".

Diego Garzitto, quien ha estado al frente de ambas formaciones y actualmente entrena al Al Merreikh, opina que el fútbol del país está mejorando, en particular en el ámbito continental. "Ciertamente hay un progreso claro del fútbol sudanés, que se refleja especialmente en las competiciones africanas. Todo el mundo conoce los dos grandes, pero hay otros, como el Al Ahly Shendi o el Al-Khartoum. No obstante, la liga necesita encontrar un equilibrio. Es una corriente que va en dos direcciones. Por un lado tienes a los grandes, y por el otro hay demasiados equipos que a lo único que pueden aspirar es a luchar por su supervivencia".

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