El campeón mundial defensor Nigeria y Malí -campeón africano de la categoría- debieron remontar sus respectivas semifinales ante México y Bélgica y avanzaron a la final del Mundial Sub-17 de Chile que va llegando a su fin.
En su apenas cuarta participación en la máxima cita de esta categoría, los muchachos malienses han alcanzado lo que ninguna otra selección de su país: el encuentro decisivo en una competición FIFA. Veintidós años y 10 ediciones debieron pasar para que la Copa Mundial Sub-17 tenga otra vez una final entre dos equipos de la misma confederación. Al igual que en Japón 1993, el partido decisivo enfrentará a dos selecciones africanas y una de ellas será Nigeria. En dicha oportunidad, los nigerianos vencieron a Ghana camino al primero de sus cuatro títulos.
En primer turno, a Malí la tarea no le resultó sencilla, puesto que el combinado belga los exigió al máximo. Es más, hasta tuvieron algo de ayuda del destino cuando un balón largo, aparentemente inofensivo, complicó al arquero rival y posibilitó encaminar la remontada. A los 16 minutos, Rigo adelantó a los europeos, pero las Águilas igualaron rápido por intermedio de Boubacar. Ya en el complemento llegaría la jugada que cambió el partido e inclinó la balanza en favor de los africanos. Pelotazo largo de la defensa maliense, pique alto y el arquero Jens Teuncknes que quedó a mitad de camino para el cabezazo con el arco libre de Sidiki Maiga para el 2-1. Al arquero maliense Samuel Diarra no le pasó desapercibido el error de su colega. Si bien ya habían tenido unas palabras antes del partido, Diarra volvió a acercarse al belga tras la semifinal para animarlo. "Antes del juego lo felicité por lo que había hecho en cuartos de final, y luego le dije que tuvo mala suerte. Honestamente, creo que lo sorprendió el campo de juego. Yo también he cometido errores en el torneo. Son cosas que pasan", confesó a FIFA.com. A cinco del final, Sekou Koita terminó de liquidar las cosas con un zurdazo bajo que liquidó las cosas 3-1.
Nigeria también tuvo una semifinal compleja ante México pero la pudo sacar adelante con un 4-2 para meterse en su octava final en 11 participaciones. Ningún otro rival puso a prueba al combinado de Emmanuel Amuneke como México, de ahí que protagonizaran el mejor partido de la competencia hasta el momento. Al duelo no le faltó nada: tuvo resultado cambiante, tres golazos y emociones varias hasta el último instante.
Antes de los 10 minutos, Magaña adelantó a los mexicanos -campeones en 2005 y 2011-, pero a los 35 igualó las acciones el capitán Nwakali con un bonito tiro libre. Y casi sobre el epílogo de esa primera parte, Okonkwo con un tremendo derechazo dio vuelta las cosas. Pero había más. Cuando Diego Cortés tomó el balón en tres cuartos del campo rival casi contra la banda derecha, nadie podía imaginar el desenlace de la jugada. Sin embargo, lateral se animó, encaró hacía el área nigeriana y, tras gambetear a cinco rivales en el camino, definió con un toque sutil cruzado de derecha. Un gol espectacular para el 2-2 en un partido inolvidable.
Pero los nigerianos siempre habían ganado en la instancia de semifinales y los chicos de Amuneke no querían cortar la racha. Así fue que con goles de Ebere y el goleador Osimhen, de penal, liquidaron el pleito 4-2 y se metieron en el partido final. El mencionado Victor Osimhen anotó su noveno gol en el torneo, igualando así el récord de goleo para una edición que compartían el marfileño Souleymane Coulibaly en 2011 y el francés Florent Sinama Pongolle en 2001.
El 8 de mayo en el Estadio Sausalito de Viña del Mar, Nigeria y Malí disputarán la final de este torneo asegurando ya un campeón para el continente africano, que ha ganado 6 de las quince ediciones disputadas a la fecha, con dos títulos para Ghana y cuatro para Nigeria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario