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lunes, 19 de octubre de 2020

Glorias de África: McDonald Mariga

[Por Diego Martín Yamus] Generalmente a Kenia se lo asocia en el deporte con el atletismo, larga fama de maratonistas campeones mundiales y olímpicos. En cambio, el fútbol no cuenta esa historia de éxito, sólo las veces que la selección jugó una Copa Africana de Naciones y algún resonante triunfo internacional. Sin embargo, también en este bello país del este continental hay un nombre propio destacable. Porque McDonald Mariga Wanyama (4 de abril de 1987, Nairobi) quedó en la gloria de ser campeón de Europa y del mundo, centro de una no tan pródiga carrera. 

Su segundo apellido no es casualidad. El mediocampista ofensivo es hermano del gran Victor Wanyama, figura de la selección, y de Thomas, también futbolista, igual que su padre Noe. Ya de niño se destacaba en las infantiles del Ulinzi Stars y luego en los Golden Boys de la Kamukunji High School, junto con otro notable goleador keniata, Dennis Oliech, con quienes ganó títulos en los inicios de 2000 mientras cursaba aquel colegio. Rápidamente debutó en Primera en 2002 en el Tusker FC, y en 2003 pasó al Kenya Pipeline. Enseguida le salió la chance de viajar a Europa y recaló en 2005 en el Enköpings de la tercera división de Suecia, de donde se trasladó en 2006 al Helsingborgs IF, con el que logró su primer éxito profesional, la Svenska Cupen, la copa nacional. 

Sus condiciones llamaron al interés a Harry Redknapp, entrenador del Portsmouth de la Premier League inglesa, que lo quiso fichar. Sin embargo, al no tener el permiso de trabajo, Mariga no pudo ir a la gran liga. Sí tuvo la ocasión en el Parma italiano, donde en 2007 arribó cedido por el Enköpings y debió pasar por la Serie B, la segunda división, en la que con su ayuda el equipo parmesano volvió a Primera en 2009. 

Mientras tanto, también disfrutó su debut con la selección keniata, marcando su primer gol en un 2-0 sobre Eswatini en la eliminatoria de la Copa Africana de Naciones 2008, evento que nunca pudo jugar. Al mismo tiempo, rebotaba otra vez con su no permiso laboral ante una chance en el Manchester City. Pero en febrero de 2010 le tocó su gran momento, cuando el Internazionale, el poderoso Inter milanés, lo trajo a su plantel. El famoso presidente neroazzurro Massimo Moratti declaraba a su llegada que "es lo mejor que le podía ocurrir al club en la ventana de enero". Y Mariga, si bien no fue titular firme, respondió cuando se lo requirió. El 16 de marzo de 2010 se convirtió en el primer keniata en jugar la Liga de Campeones, ingresando por Wesley Sneijder a los 85 minutos en el triunfo de octavos de final sobre el Chelsea por 1 a 0. 

    

Ese fue el primer hito de un año inesperadamente inolvidable en la carrera del desconocido mediocampista. Porque el 22 de mayo estuvo en la gran final europea ante el Bayern Munich en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid, y sentado en el banquillo de José Mourinho, vio cómo el argentino Diego Milito marcaba los dos goles del título. Conquistó además dos Copas Italia, una Supercopa italiana y la Serie A esa temporada. Y el broche fue otro festejo, el más grande. El 18 de diciembre en Abu Dhabi, era parte del triunfo 3-0 sobre el TP Mazembe congoleño y la victoria en el Mundial de Clubes de Emiratos Arabes Unidos, cuando entró a los 87 minutos por el ítalobrasileño Thiago Motta.

Como otras estrellas africanas, ésa fue la hora de fama del keniata. Luego su trayectoria se fue bajando. En 2011 fue prestado por el Inter a la Real Sociedad de España, donde la gente tenía muchas esperanzas, pero tuvo un flojo nivel y fue criticado y abucheado por sus hinchas, por lo que en 2012 regresó al Inter, que de nuevo lo cedió al Parma. En su antiguo destino llevaba buen nivel hasta que se lesionó seriamente la rodilla y pasó largo tiempo inactivo. De Parma se fue en 2015 al modesto Latina del ascenso italiano, y en 2017 llegó otra vez a España pero en la Segunda B, en el Real Oviedo, donde completó otra irregular campaña con un séptimo lugar y con su última convocatoria el 2 de junio de 2018, en un 2-1 sobre Huesca, cuando otra vez quedó en el banco. Ese 2018 se despidió de su selección en un amistoso perdido con República Centroafricana 2-3, en el que tampoco vio minutos. 

Su último trabajo ha sido fuera de la cancha. En 2019 se postulaba para legislador de su país, pero problemas administrativos se lo impidieron. Su lugar está en el fútbol que tanto amó de chico en el colegio. Ese lugar que de Kenia lo llevó a la gloria del mundo.

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