[Por Diego Martín Yamus] Para contar sobre la Copa Africana de Naciones de 1988, hay que empezar por lo extrafutbolístico. Para la última de la pródiga década del 80, la CAF había designado inicialmente a Zambia, que venía de un séptimo lugar dos años antes en Egipto y tenía como gran estrella a Kalusha Bwalya, actual presidente de la Federación, que en ese año se volvería famoso mundialmente marcándole tres goles a Italia en los Juegos Olímpicos de Seúl y sería elegido mejor futbolista africano. Sin embargo, el país del cobre atravesaba una profunda crisis a todo nivel, especialmente económica, y con el al parecer eterno Kenneth Kaunda, su primer presidente, al mando. Por lo que decidió no organizarla y así no presentarse ante Libia. Y Marruecos tomó su lugar.
Pero la nación árabe no estaba mucho mejor, con una pésima situación monetaria justo ese 88 y recién salido de la guerra con Sahara Occidental. Igualmente, los marroquíes (cuartos en 1986) querían demostrar su poderío y nuevamente inscribirse entre los grandes, como su vecino Egipto dos ediciones atrás. Fue así que, entre el 13 y 27 de marzo, recibieron con los brazos abiertos (además de a los egipcios), a Camerún (el otro finalista del 86), Nigeria (que volvía tras no participar dos años atrás), el tercero Costa de Marfil, el infaltable Argelia, la sorpresiva Kenia y su segunda CAN y un regreso muy esperado: Zaire, que no jugaba desde 1976 y venía de eliminar a Senegal por tiros desde el punto penal. Esta vez las eliminatorias no trajeron sorpresas, ya que los cuatro primeros en 1986 se hacían presentes, aparte de los argelinos, vencedores de un Túnez que seguía en la oscuridad y de justamente Libia, el beneficiado por Zambia, que no se presentó. Para que esos cuatro primeros estuvieran, Camerún tuvo que transpirar mucho ante Uganda y Sudán, a quienes eliminó por estrecha diferencia de gol. Lo mismo Nigeria, que tras vencer 3-0 a Sierra Leona perdió 0-2 y se clasificó a duras penas. Y Kenia, que volvió luego de su debut en 1972, batiendo sólo por gol de visitante a Zimbabwe, que otra vez estuvo cerca. En cambio, Costa de Marfil no tuvo problemas con Malawi, triunfando en las dos llaves.
Tras su gran hazaña en México 86, cuando fue el primer africano en llegar a octavos, Marruecos (dirigido otra vez por el brasileño José Faría y con la base de los mundialistas) estrenó su CAN el 13 de marzo en el imponente estadio Mohamed V de Casablanca. Pero a pesar del aliento de 80 000 hinchas, no pudo superar a Zaire, igualando 1-1 tras ir en ventaja con gol de Krimau a los 43´; a dos minutos del final, Lutonadia consiguió el empate zaireño. Por su parte, Costa de Marfil le empataba a uno a Argelia, que con gol del siempre presente Belloumi arrancó arriba, pero Abdoulaye Traoré equilibró para avisar que el Grupo A iba a ser más parejo de lo pensado. Y así lo fue en la segunda jornada, porque los marfileños volvieron a remontar para otro 1-1 con Zaire (Traoré y Kabongo) y el local pudo obtener su primera victoria y la primera de la zona con el gol de Mustafá El Haddaoui sobre su clásico rival Argelia. Y así volvió a ser en la última el 19, cuando Marruecos pasó a semifinales ya que empató sin goles ante Costa de Marfil, que con ese resultado iba a sorteo con Zaire. Pero el sorteo no fue con los congoleños sino con Argelia, que con tanto de Ferhaoui venció como debía a Zaire 1-0 e igualó en todo con los Elefantes: diferencia de gol (0), de goles a favor y en contra (2-2) y en el resultado entre los dos, el citado 1 a 1. La moneda cayó del lado argelino, que una vez más se metió entre los cuatro mejores de Africa, como segundo de Marruecos que ganó el Grupo con 4 puntos. Los argelinos tuvieron 3 igual que Costa de Marfil, y Zaire concluyó con 2, en una zona con sólo dos triunfos y 8 goles en seis partidos. Sería una característica de la Copa 88, que fue una de las mas improductivas con 23 en 16 encuentros, solo 0, 14 de promedio de gol por partido.
El Grupo B, en cambio, aparentaba ser algo más entretenido en la capital Rabat. El 14, en el estadio Prince Moulay Abdallah, Camerún y Nigeria debutaban con triunfo: los Leones Indomables, otra vez con Claude Le Roy de entrenador, se tomaban desquite del Egipto 86 por 1-0, por medio de (cuándo no) Roger Milla. Y las Aguilas Verdes eran mucho para Kenia, con un claro 3-0 en 33 minutos, gracias al surgiente goleador Rashidi Yekini, Edobor y Okosieme. Los dos grandes del Africa Negra igualaron 1-1 tres días más tarde, con tantos de Milla y ventaja del desaparecido en 1989 Sam Okwaraji. Y Egipto se acercó con otro 3-0 a los kenianos, por Abdelhamid dos veces y Younis. Pero para más sorpresas, en la fecha final no hubo goles, tanto en Camerún-Kenia como en el más cerrado Nigeria-Egipto, por lo que los Faraones perdieron su título y nigerianos y cameruneses siguieron a semifinales. Nigeria lideró el Grupo B con 4 y +3 de diferencia, Camerún escolta con 4 y +1, Egipto 3 y Kenia, el más pobre del 88, con 1 solo punto.
Así, Nigeria y Camerún avisaban ser los candidatos al partido decisivo. Y lo demostraron el 23 de marzo con ajustadas victorias. En Rabat, los nigerianos comenzaron arriba con el autogol de Belgherbi a los 36 minutos, pero Argelia empató por intermedio de Maatar a los 86, por lo que hubo que ir a alargue y pennales, donde las Aguilas volaron más lejos (9-8) hacia la gran final. Y en Casablanca, el gol del camerunés Cyrille Makanaky a los 78 minutos dejó atónitos a los 45 000 marroquíes (1-0) y a los Leones Indomables en su tercera final consecutiva. Y, como en el 84, otra vez contra Nigeria, con el que se había enfrentado además en primera ronda. Marruecos quiso sacar su bronca con el tercer puesto el 26 en la misma Casablanca, y lo iba logrando con Nader a los 67´, pero apareció Belloumi a los 87´ y hubo igualdad a 1, tiempo extra y tiros desde el punto del penal, que favorecieron a los argelinos por 4-3, que así justificaron de nuevo su acostumbrada presencia africana.
A esa altura, Camerún no estaba para nada bien: presidido por Paul Biya, enfrentaba una aguda crisis económica igual que los organizadores, producto entre otras cosas de una sequía, la caída de los precios del petróleo y la corrupción política, sin contar la tragedia del lago Nyasa que con sus gases tóxicos mató más de 2000 personas. Pero era uno de los mejores de Africa, por algo era subcampeón reinante. Y el 27 de marzo de 1988 quería ratificarlo ante su archirrival Nigeria, al que había derrotado 3-1 aquel 1984 en Abidjan.
Los grandes del Africa Negra comenzaron la lucha por la Copa ese 27 en el estadio Mohamed V de Casablanca colmado por 60 000 personas. Sólo seis nombres titulares se repetían del 84: Bell y Milla por Camerún, Stephen Keshi (actual DT nigeriano), Eboigbe, Sofoluwe y Nwosou por las Aguilas, con el mauritano Idrissa Sarr como árbitro. Y nomás Camerún volvió a ser indomable: a los 55 minutos, Emmanuel Kunde (que había jugado aquella final) convirtió un penal y le dio a su país su segundo título africano. Segundo que también hicieron realidad Bell; Tataw, Kunde, Massing, Tamark; Kana Biyik, Mbouh, Makanaky, Olle-Olle (Abena 33´); Milla y Mfede. Los merecidos subcampeones fueron ese día Rufai; Sofoluwe, Eboigbe, Keshi, Omokaro; Okwaraji, Eguavoen, Nwosu, Okosieme; Yekini y Okenla (Edobor 80´), entrenados por el alemán Manfred Ohener. Pero el técnico exitoso era el francés Claude Le Roy, que por primera vez salía campeón del continente. Y qué decir de sus Leones, dos veces primeros en 4 años y siempre fuera de casa. Tan Leones que seis de ellos integraron el equipo ideal del torneo: Bell, Tataw, Kunde, Mbouh, Milla y Mfede. Y tan Leones que con esos dos títulos, Camerún cerró esa gloriosa década 80 como el más ganador de la siempre intensa Africa.
Ver también
Egipto, el primer rey de la CAN
CAN 1959: Segundo título Faraón
CAN 1962: Campeonato para Etiopía
CAN 1963: Primera corona ghanesa
CAN 1965: Segundo título para Ghana
CAN 1968: La sorpresa congoleña
CAN 1970: Gloria para Sudán
CAN 1972: La hora del otro Congo
CAN 1974: Festejo zaireño
CAN 1976: Título para Marruecos
CAN 1978: Ghana tricampeón
CAN 1980: Nigeria estrena título
CAN 1982: Ghana y su cuarto título
CAN 1984: La gloria para Camerún
CAN 1986: Egipto festeja tras 27 años
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