El día en el que se conmemoraban los 50 años de la Independencia de Kenia, el fútbol de ese país formó parte importante de los festejos al consagrarse campeón de la CECAFA Cup después de once años. El Nyayo National Stadium de la capital Nairobi festejó con euforia los dos goles del capitán Allan Wanga, quien con un tanto en cada tiempo, posibilitó el 2-0 en la final ante Sudán. De esta manera, los comandados por el argelino Adel Amrouche le dan a Kenia el sexto título en esta competición. El último había sido en 2002, y los anteriores en 1975, 1981, 1982 y 1983. Igualmente, Uganda sigue siendo el amplio dominador del torneo con 13 títulos en su haber.
"Es impresionante, hemos trabajado duro para alcanzar esta victoria. Hemos puesto mucho esfuerzo y más para estar en esta posición", dijo Wanga después del partido. "Estoy muy feliz de anotar tres goles en el torneo y conducir a los Harambee Stars a la victoria", agregó el goleador que fue junto a su compañero Jockins Atudo el máximo anotador de Kenia.
Salah Ibrahim, del subcampeón Sudán, fue el máximo goleador con cinco conquistas. Pero no alcanzó. Mubarak Suliman, entrenador sudanés, expresó lo difícil que fue medirse en la final ante los anfitriones y comentó que el episodio del hotel los desconcentró mucho. Se refería al atraso que tuvo que sufrir la delegación sudanesa en el hotel donde se alojaban por deudas impagas, de las que se tenía que hacer cargo la organización de la CECAFA. Ese episodio obligó al retraso de una hora en el inicio de la final. Así, Sudán se quedó con la espina de obtener su cuarto título, ya que había campeonado en 1980, 2006 y 2007.
En el partido por el tercer puesto, Zambia se impuso en los penales a Tanzania. Ronald Kampamba, uno de los mejores valores que mostraron los Chipolopolos, abrió el marcador pero otro gran exponente como Mbwana Samatta igualó para los tanzanos. En los penales, Zambia ganó 6-5 y allí fue clave su arquero, Joshua Titima, que contuvo los disparos de Haruna Chanongo, Mrisho Ngasa y Kelvin Yondani.
Salah Ibrahim, del subcampeón Sudán, fue el máximo goleador con cinco conquistas. Pero no alcanzó. Mubarak Suliman, entrenador sudanés, expresó lo difícil que fue medirse en la final ante los anfitriones y comentó que el episodio del hotel los desconcentró mucho. Se refería al atraso que tuvo que sufrir la delegación sudanesa en el hotel donde se alojaban por deudas impagas, de las que se tenía que hacer cargo la organización de la CECAFA. Ese episodio obligó al retraso de una hora en el inicio de la final. Así, Sudán se quedó con la espina de obtener su cuarto título, ya que había campeonado en 1980, 2006 y 2007.
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