Comenzamos en junio con una nueva sección que hemos denominado #EnLosMedios. En la misma, una vez por semana, iremos compartiendo algún artículo, crónica o entrevista que tenga a África, sus jugadores y su fútbol como protagonistas. Damos el puntapié inicial con un poco de la historia de Awer Nabil, nacido en un campo de refugiados de Kenia y de padres sudaneses y encargado de patear el último penal de Australia para imponerse a Perú y clasificar al Mundial de Qatar.
[Vía Olé] El encargado de la última responsabilidad para los Socceroos, tal como se conoce a la selección de Australia, fue el futbolista de origen sudanés nacido en un campamento de refugiados, Awer Mabil. A los 11 años y tras una infancia difícil, tomó la decisión de irse a Australia para lograr el objetivo de ser futbolista.
Mabil afirmó que el penal del lunes en Doha ante Perú fue una forma de darle las gracias al país que supo recibirlo. "Sabía que iba a marcar. Era la única manera por parte de mi familia de dar las gracias a Australia...", afirmó el futbolista de origen africano.
El extremo había sido titular en casi todos los partidos de los oceánicos que representan a Asia con la confianza del DT, Graham Arnold y lanzó una frase inspiradora para otros refugiados: "Marqué, muchos de mis compañeros marcaron, todos jugaron un papel importante y tal vez ese niño refugiado jugó también un papel importante", señaló.
Awer Bul, hermano del jugador, dijo que su familia estaba increíblemente emocionada: "Al ser un niño que nació en un campo de refugiados, fue un momento muy conmovedor para nuestra comunidad, solo verlo estar en la selección australiana nos emociona", explicó.
La dura infancia de Mabil
Su padre falleció durante la segunda guerra civil sudanesa y Mabil intentó evadirse de su complicada infancia gracias al fútbol: "Desde que caminó, siempre amó el fútbol, en casa no había el equipamiento necesario para jugar al fútbol. Las condiciones de vida en el campamento eran precarias y desde los 5 años, él le pegó a la pelota y comenzó una hermosa historia", contó la madre del futbolista en ABC.
"Nací en una choza, una choza pequeña. Mi habitación de hotel aquí es definitivamente más grande que aquella cabaña en la que vivíamos toda la familia en ese campo de refugiados", contó.
Comía solo una comida al día, jugaba a la pelota descalzo y como otros tantos chicos, encontró en el fútbol el espacio de evasión y un momento para soñar, para generar ídolos, el de él era Cristiano Ronaldo. Creció con la idea de construir objetivos. Un programa de refugiados lanza a la familia de Mabil a un posible futuro de verdad: Australia.
El club Adelaide United lo vio rápidamente y debutó en su filial. Sus habilidades para el regate y su calidad llamaron la atención de los ojeadores del club, y debutó en el primer equipo el 11 de enero de 2013 con tan solo 18 años de edad durante un partido contra el Perth Glory.
Establecido en 2006 en Australia, desarrolló su fútbol en el Adelaide United cuando era un adolescente y después pasó al FC Midtjylland danés. Actualmente está cedido al club turco Kasimpasa.
Claramente lo personal ocupa la página mas importante de la vida del futbolista de 26 años y a medida que fue pasando el tiempo se le hizo todo más fácil. De crecer en Kakuma, en Kenia, en un hogar de refugiados que alberga a más de 185.000 personas, a patear el penal decisivo para jugar una Copa del Mundo.
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