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martes, 11 de mayo de 2021

Glorias de África: Fabrice Akwa

[Por Diego Martín Yamus] Un gol puede ser en el fútbol simplemente un gol. O puede significar una explosión de alegría y el logro de una hazaña que lleve a una nueva etapa. Esto es lo que Fabrice Alcebiades Mmaieco, el enorme Akwa, realizó para que su Angola diera el gran paso de la modestia absoluta a ingresar al selecto grupo de un Mundial. La explosión de alegría que él y sus compañeros brindaron a un pueblo golpeado. 
Todo empezó muy rápido para el delantero de Benguela (30 de mayo de 1977), ya que arrancó con 15 años en el Nacional de su ciudad, donde pasó dos temporadas. Sus condiciones de goleador llamaron al poderoso Benfica de Portugal, que en 1994 lo fichó pero no le dio más que cinco partidos y cesión a equipos más chicos de la liga lusa, comenzando con el Alberca, en el que permaneció otros dos años con poco suceso. Pero el técnico de la selección, el portugués Carlos Alhinho, creyó en él y con 17 lo hizo debutar el 8 de enero de 1995, en un 1-0 sobre Mozambique de las eliminatorias de la Copa Africana de Naciones de Sudáfrica 1996. Y ya el 23 de abril Akwa marcó sus dos primeros goles con las "Palancas Negras" (antílopes negros) para el 3-0 sobre Guinea que lo encaminó rumbo al torneo africano. 

No fueron igualmente tiempos de gloria para él. Apenas ese enero 96 pudo jugar 19 minutos en la presentación ante Egipto y se lesionó. En Portugal pasó del Alberca al Académica de Coimbra en 1997, otra vez de aporte muy escaso. Y para ese 97 disputó sus primeras eliminatorias al Mundial, el de Francia, donde convirtió varios tantos pero no pudo llegar. Sí pudo estar en su segunda CAN en Burkina Faso, pero su país volvió a ser eliminado en la fase inicial y Akwa sólo actuó en minutos de dos de los tres encuentros. No le caía bien África al parecer, así que se mudó a Asia, al tentador Qatar. 

Y en el opulento país asiático conoció lo mejor de su carrera en clubes. En 1998 y 1999 fue feliz en su primera etapa en el Al Wakra, con una liga, una Copa Sheikh Jassem, una Copa del Príncipe y el honor de mejor jugador extranjero y máximo goleador. En 1999 pasó al Al Gharrafa, donde obtuvo otra Copa del Príncipe, y en 2001 su cúspide llegó en el Qatar SC, donde ganó otra liga y otras dos Prince Cup, estando hasta 2005 cuando regresó a Al Wakra. 
Pero él deseaba seguramente dejar huella con su Angola. Si bien había alzado la Copa COSAFA en 1999, 2001 y 2004 no alcanzó las Copas Africanas de 2000, 2002 y 2004, como tampoco el Mundial de Corea del Sur y Japón 2002. Sin embargo, la selección roja y negra amenazaba con algo resonante, cuando venció en 2001 a Camerún 2 a 0 con un tanto suyo. Igualmente nadie lo contaba candidato para Alemania 2006, menos después de eliminar a Chad con otro gol del atacante y pasando por marcador de visita. Encima el grupo 4 esperaba con dos colosos como Nigeria y Argelia. Pero las Palancas hicieron su paso silencioso y fueron dando golpes tales como empatar y vencer a los nigerianos, aquel 1-0 el 20 de junio de 2005 gracias a Akwa, que marcaría cinco goles en el proceso. Ninguno tan sublime como la tarde del 8 de octubre en Kigali (Rwanda) cuando Angola iba 0-0 y se quedaba afuera por la goleada de Nigeria a Zimbabwe, hasta que a los 79 minutos Akwa cabeceó un centro y le dio el 1-0, el pase, bajar a las Águilas y alcanzar su primer Mundial. 

En 2006 participó en la CAN de Egipto con buen papel, ya que su equipo se fue en la ronda inicial sólo por peor diferencia de gol que la República Democrática del Congo. A pesar de derrotas con Argentina y Turquía en la previa, Akwa fue titular con la camiseta 10 en los tres encuentros del Grupo D. En ambos fue reemplazado, con Portugal e Irán (lesionado) y jugó los 90 minutos ante México, estando Angola a muy poco de pasar a los octavos de final. Así se retiró de la selección con 78 apariciones y 39 goles, una Copa del Mundo y por supuesto, el premio al mejor angoleño del año. A todo esto, tras su estadía en Qatar volvió a su tierra al Petro Luanda en 2007, con el que en 2008 conquistó el último de sus títulos con la liga local, la Girabola, para irse de las canchas con gloria en 2009. En verdad, la gloria le había tocado antes con ese épico gol en Rwanda. Porque un gol también hace un grande.

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