Egipto mejor que Marruecos

En la segunda jornada del Mundial de Rusia se dio la presentación de los primeros representantes africanos y fue con derrota. Tanto Egipto como Marruecos perdieron 1-0 sobre el final ante Uruguay e Irán, respectivamente.

En primer turno, para completar la fecha inicial del Grupo A, los Faraones de Héctor Cúper tuvieron un buen desempeño pero se les escapó el punto sobre el final. El once inicial para el debut en su tercera Copa del Mundo fue con El Shenawi; Fathi (c), Gabr, Hegazi, Abdel-Shafy; Hamed, Elneny; Warda, Said, Trezeguet: y Mohsen. En el Estadio Central de Ekaterimburgo, Egipto tuvo un buen desempeño plantándole un interesante partido a Uruguay. Tras un primer tiempo en el que los egipcios trataron de presionar y no dejar jugar con libertados al equipo del Maestro Tabárez, Cùper tuvo que sacar al inicio del complemento a Hamed, el joven del Zamalek, por una molestia e ingresó Sam Morsy.

Uruguay tuvo mayor posesión del balón y Egipto se refugió bien tratando de lastimar con la velocidad de Warda y Trezeguet, pero extrañó en demasía a Mohamed Salah, su figura lesionada. Los ingresos de Ramadan Sobhi y Mahmoud Kahraba no provocaron demasiado y cuando parecía que el punto les servía a los dos, el central Gimenez le dio al dos veces campeón del mundo un premio exagerado.

Con este resultado, los Faraones se jugarán el todo por el nada en la segunda fecha ante los locales seguramente con el debut de Salah para ir por un triunfo que los deje con chances de cara al cierre del Grupo ante Arabia Saudita.

Marruecos y una derrota inmerecida

En la vuelta de los Leones del Atlas a un Mundial tras 20 años, los de Hervé Renard tuvieron un mejor comienzo que Irán en el arranque del Grupo B. El entrenador francés puso en cancha a Munir; Nordin Amrabat, Benatia (c), Saiss, Hakimi; Boussoufa, El Ahmadi; Harit, Belhanda, Ziyech; y El Kaabi. 

Con buenos momentos de Harit y los siempre interesantes Belhanda y Ziyech, el seleccionado marroquí mereció más pero los iraníes se cerraban bien atrás y lastimaban a la contra. Y cuando parecía que el 0-0 no se movía, un centro al área que Bouhaddouz -había ingresado por El Kaabi- conecta en propia meta para desazón de todo Marruecos y locura de los asiáticos que obtuvieron así su segunda victoria mundialista. 

De nada sirvió que Amine Harit haya sido elegido el mejor jugador del partido ni que Marruecos haya sido el que más propuso de los dos equipos. Esta derrota complica aún más si es que había alguna ilusión de emular la clasificación a octavos de final de México 1986, más teniendo en cuenta que los rivales que quedan son Portugal y España.