[Vía Sport.es] Catalanes hay repartidos por todo el mundo. El fútbol, además, es una excusa perfecta para salir al exterior y ganarse el pan lejos de casa. Sin duda, el modelo Barça, extendido y venerado en todo el planeta fútbol, ha ayudado a catapultar a los técnicos catalanes y españoles, relacionados o no con el auge y la filosofía del conjunto culé, que han pasado a ser los mejor valorados por los clubes extranjeros. Nuestro protagonista, sin embargo, hace mucho ya que rueda por este mundo y podríamos decir que no ha necesitado ningún padrino ni ‘empuje’ para recibir reconocimiento.
Josep Maria Nogués consiguió su primer gran hito como técnico la temporada 2000-2001, cuando ascendió al Nàstic de Tarragona a Segunda División. Su vínculo con la ciudad tarraconense, a pesar de ser barcelonés, perduraría hasta la actualidad, donde tiene fijada su residencia en Cataluña. Tras dirigir a Écija, Girona, Polideportivo Ejido o Betis B (llegó a entrenar al primer equipo en Primera tras el despido del mítico Paco Chaparro, el 'Mick Jagger de Triana'), Nogués también ejerció como director técnico del Nàstic y, más adelante, como consejero del Sumy ucraniano, su primera experiencia en el extranjero.
El verano pasado recibió la que probablemente era la oferta más exótica de su vida. El Paradou argelino le proponía hacerse cargo del primer equipo con el objetivo de subir a la Ligue 1 del país y también dirigir la academia del club. En definitiva, fue el hombre fuerte de la entidad a nivel deportivo. "Contactaron conmigo por vía de un representante. Querían perfeccionar su apuesta por el buen trato de balón, un poco el 'modelo Barça' (Nogués jugó en el club azulgrana), y yo encajaba con su idea. Viajé a Argelia para negociar y ver las instalaciones y las dos partes estuvimos de acuerdo". Y es que el Paradou es un club diferente en un país todavía anclado en un fútbol directo, primitivo.
La apuesta por la cantera es total (un 80% de los jugadores del primer equipo proviene de la academia de formación) y sorprende ver cómo desde los más pequeños hasta el primer equipo la consigna de salir con el balón jugando desde atrás es innegociable. "En la Liga de Argelia no pueden jugar extranjeros. Ahora nuestro presidente ha sido nombrado presidente de la Federación Argelina y quiere empezar a introducir cambios, pero no será fácil porque en estas cosas son muy tradicionales. Por lo demás, lo que me he encontrado en el país es mucho respeto y tolerancia con todas las creencias y costumbres. Evidentemente tengo que tener en cuenta cada día los momentos de las oraciones y otras obligaciones musulmanas, pero me encuentro muy cómodo".
El Paradou volverá a jugar en la máxima categoría del fútbol argelino después de 10 años. No es un club con mucha historia (fundado en 1994) ni con demasiada masa social (no más de 1.000 espectadores de media en los partidos en casa), pero sí que llega a la élite con el objetivo de permanecer en ella. Aunque el futuro de Nogués aún no está ligado oficialmente al Paradou de cara a la próxima temporada ("Todavía tenemos que sentarnos a negociar"), parece que las dos partes están contentas y predispuestas a seguir. La filosofía no variará. Un grueso de futbolistas formado en la academia (donde, según Nogués, residen, estudian y lo hacen todo) y un par de fichajes para apuntalar el equipo.
Pase lo que pase, Nogués ya será para siempre pionero en el fútbol argelino al convertirse en el primer entrenador español en dirigir un equipo. Si le sumamos el ascenso, el título y un hipotético legado los próximos años, la leyenda se seguirá alargando.
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