[La Hora/AP] Iñaki Williams no es el tipo de jugador que se ve normalmente en el Athletic de Bilbao, el tradicional equipo español que solo alinea a jugadores de Bilbao y las regiones vascas vecinas.
Williams, un talentoso delantero de 21 años que ha estado luciendo en su segunda temporada en el equipo grande, es hijo de padres liberianos que huyeron de la guerra en África en la década de 1990. Nació en Bilbao, como muchos de sus compañeros de equipo, pero no lleva consigo el historial de una familia local ni la tradición con la que casi todos sus coequiperos cuentan.
Williams luce como un extranjero en la alineación repleta de apellidos vascos como Etxeita, Aduriz, Eraso e Iturraspe. El veloz atacante se convirtió a inicios del año en el primer jugador de raza negra en anotar un gol con el Bilbao en los 117 años de historia del club.
“Yo he nacido aquí, llevo veinte años aquí, pero los orígenes y las raíces no se olvidan”, dijo Williams. “Me siento vasco, pero una parte de mí también es africana”.
Sus padres llegaron a un campo de refugiados en Ghana luego de huir de la guerra civil en Liberia, después se mudaron a España y se establecieron en la región vasca. Llegó a la famosa academia de futbol de Bilbao en 2013, y luego de anotar 31 goles en 31 encuentros una temporada, rápidamente llamó la atención de los responsables del equipo principal.
Se integró al equipo grande el año pasado y mantuvo su brillo en La Liga, generando comparaciones con un joven Mario Balotelli, el delantero italiano. Williams ya es miembro de la selección sub-21 de España, y se especula que el Real Madrid busca ficharlo.
El futbol era lo único que tenía ante la difícil situación financiera de sus padres al llegar a España. Su padre tuvo que irse a trabajar a Londres y pasó ocho años lejos de casa.
“El chico ha tenido que ver sufrir a mucha gente a su alrededor y, a la vez que eso no es bueno, a la larga le ha hecho madurar”, expresó su agente, Félix Tainta.
Pero Williams no estaría en su posición actual si sus padres no hubieran llegado a Bilbao desde África.
El equipo tiene un “código” interno que indica que solo puede fichar a jugadores locales, o a aquellos que han salido de las academias de futbol en la región vasca. Bilbao se enorgullece de su política de invertir “en talento local”, que es una “característica que define” a la organización.
“El Athletic Club como institución, así como el conjunto de sus seguidores, se caracterizan por la defensa de unos valores cada vez menos frecuentes en el fútbol y en el deporte del siglo XXI”, señala el equipo en su sitio Web, que incluye una imagen de Williams en el fondo. “El orgullo por lo propio, reflejado en su máxima expresión con su política de cantera, se convierte en un componente de unión por encima de cualquier otro aspecto de discrepancia en la vida diaria y marca la diferencia con cualquier otra filosofía o manera de entender el balompié en todo el mundo”.
Williams no es el primer jugador de origen africano que juega en el Bilbao. Jonas Ramalho, de padre angoleño, jugó con el equipo principal en 2011.
“Bilbao se ha convertido en una ciudad multicultural. Es normal que surjan jugadores de otros orígenes. Si se forman aquí, no veo ningún problema porque están dentro de nuestra filosofía. Nuestra identidad es lo que nos permite ser diferentes”, dice Javier Gómez, un socio residente en Bilbao de 37 años.
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