[Por Diego Martín Yamus] Independizado como una de las muchas colonias de Portugal en 1975, Angola, el golpeado país del suroeste, recibía en 2010 el honor de llevar a cabo la primera Copa Africana de Naciones de esta década. La tierra del petróleo y los minerales en abundancia transitaba un camino de aparente democracia, tras la duradera guerra civil que sucedió a su libertad entre el 75 y 2002, y bajo el mando de José Eduardo Dos Santos, el actual presidente y mismo desde 1991, trabajó mucho para organizar una Copa que lo tenía como nombre propio casi infaltable desde 1996, con buenas actuaciones, y disfrutando años de gloria por su primer Mundial en 2006 y sus figuras: Akwa, Flavio, Zé Kalanga, Joao Ricardo, Mendonça, Figueredo, Love. Así se alistó para recibir al seis veces campeón Egipto y otros 14 competidores, provenientes de una clasificación que como la de Alemania 2006 era válida para ambos certámenes.
Como novedad, esa previa tuvo nada menos que 53 de los 55 países afiliados a la CAF (todos menos la República Centroafricana y Santo Tomé y Príncipe por razones económicas) participando desde el arranque. Con estos 14 selecciones más Egipto y su renovado sueño de título, Angola era una fiesta por tener la primera chance de hospedar un torneo tan importante como la Copa Africana.
Pero la fiesta se convirtió en tragedia sólo dos días antes de empezar. El 8 de enero, la selección de Togo se trasladó en autobús desde su concentración en República Democrática del Congo hacia la sede de su debut, Cabinda, una provincia de Angola que había sido independiente en los años 80 y luchaba por volver a serlo. En el camino, y aunque Togo iba acompañado por fuerzas de seguridad angoleñas, hombres del Frente para la Liberación de Cabinda dispararon por casi media hora contra el micro y causaron la muerte del conductor Mario Adjoua, el asistente técnico Amelete Abalo y el jefe de prensa Stan Ocloo. Además hubo 7 heridos, algunos graves, como los jugadores Serge Akakpo y el arquero suplente Kodjovi Obilale, luego fuera de peligro; asimismo los futbolistas Wake Nibombe y Elista Kodjo Lano, el entrenador francés Hubert Velud, el doctor Tadafame Wadja y el fisioterapeuta Divinelae Amevor. Emmanuel Adebayor, por suerte no tan afectado físicamente pero sí en su alma, ayudó a llevar a sus compañeros al hospital, mientras obviamente el equipo planeaba retirarse de la Copa. El mediocampista Thomas Dossevi alegaba que tenían que jugar por la memoria de los fallecidos. Pero el Gobierno togolés ordenó la inmediata vuelta de la delegación por temor a su seguridad. La siempre alegre Confederación Africana de Fútbol, en medio de tal dolor, tuvo la delicadeza de reprocharle a los damnificados el porqué viajar en autobús; al menos le envió sus condolencias, y el día de la inauguración, el 10 de enero, se hicieron miserables 20 segundos de silencio en el Estadio 11 de Novembro de Luanda, la capital, antes del primer partido Angola-Malí. Togo debía arrancar el 11 ante Ghana por el Grupo B, pero por supuesto que regresó enseguida a su país. A todo esto, los muchachitos de Cabinda se adjudicaron el atentado, con dulces comunicados que expresaban que esto “era sólo el comienzo de más acciones que ocurrirán en Cabinda”. Pero la obra cumbre de la CAF fue cuando terminó el torneo, el 31 de enero: tomó la retirada de Togo como una interferencia gubernamental autoritaria, y tuvo la brillantísima idea de excluirlo de las siguientes dos ediciones y multar a su Federación con 50000 dólares, acomodando todo a su placer.
Con qué ánimo podríamos narrar la disputa de la ya enlutada Copa, que encima tendría más hechos irregulares. Pero nuestros lectores merecen saber que el 10 de enero, tras el doloroso silencio, Angola inauguró su CAN con un sensacional partido en el 11 de Novembro en Luanda, escenario del grupo A, ante Malí. Los locales, ahora con Manuel José como entrenador, iban 4-0 faltando 16 minutos, gracias a la potencia goleadora de sus delanteros: Flavio a los 36 y 42 minutos y dos penales de Gilberto a los 67 y Manucho a los 74. Pero se relajaron un poco, lo suficiente para una remontada novelesca de los malienses. Primero fue Seydou Keita quien descontó a los 79´ y luego Kanouté a los 88´. Aún había dos goles de ventaja y casi nada por jugar. Pero en el tercer minuto adicional, Keita puso a su equipo a tiro del empate. Y el empate llegó dos minutos después, en el 90´+5, con Yattabaré para un 4-4 inolvidable, pero penoso para los fanáticos angoleños que ya saboreaban una victoria y una goleada. En Radio Rivadavia de Argentina, al informar del resultado, el cronista Pierre Manrique ironizó: “Puede pasar...”. El 11 Argelia se presentaba ante Malawi, siendo lógico favorito. Pero los del sur invirtieron la teoría y les propinaron una buena lección por 3 a 0, con goles de Mwafulirwa a los 16´, Kafoteca a los 35´ y David Banda a los 48´, un duro golpe a los de Rabah Saadane que no podían levantarse en su retorno a la Copa tras 6 años. Al fin lo hicieron el 14 al derrotar a Malí con un clave cabezazo de Halliche a los 43 minutos. Mientras tanto, Angola se afirmaba como puntero venciendo a Malawi 2 a 0 por Flavio a los 48´ y Manucho a los 54´, dejando la zona abierta para la última jornada el 18 de enero. En el 11 de Novembro, Angola y Argelia jugaban el que se suponía debía ser un partido normal, mientras en la tristemente célebre Cabinda y su estadio Nacional de Chiazi Malí le comenzó haciendo goles a Malawi, primero por Kanouté a los 36 segundos y luego Seydou Keita a los 3 minutos. Mwafulirwa acortó a los 54 pero Bagayoko cerró el 3-1 a los 85 para los de Stephen Keshi, quienes creyeron que estaban en cuartos de final. Lejos iban a pensar que angoleños y argelinos realizaron un arreglo tácito a la vista de todo Luanda, empataron a cero y el local pasó como primero con 5 puntos. Y Argelia también, ya que aunque tenía 4 puntos como los malienses, el desempate olímpico (resultado entre los igualados) le daba la clasificación. Otra vergüenza más por si hacía falta tras lo de Togo.
El 11 de enero se abría el ya triste Grupo B, que sin duda extrañó al gran Togo. En su sede Cabinda, Costa de Marfil jugó ante Burkina Faso, a quien vapuleó en la eliminatoria, y sin embargo ahora no pasó del 0-0. Pero sí superó claramente a Ghana el 15 por 3 a 1, con el surgiente Gervais Yao Kouassi “Gervinho” abriendo a los 22´, Tiene de tiro libre a los 67´ y por supuesto Drogba a los 90´, con el descuento de Asamoah Gyan de penal en el tercer minuto agregado para un equipo que no se quedaría atrás así nomás. Y lo demostró en el cierre del rearmado triangular el 19 en Luanda, con un triunfo por la mínima ante los burkineses gracias al gol de André Ayew, hijo del gran Abedi “Pelé” Ayew, a los 30 minutos, que le valió avanzar a cuartos. Los marfileños lideraron con 4 puntos y Ghana siguió con 3, dejando al margen a Burkina, que hubiera pasado de empatar, con 1.
En el Grupo C, con cancha del Complexo da Graça en Benguela, Egipto y Nigeria partían como punteros sobre Mozambique y Benín. Sobre todo el foco estaba en Nigeria, rival de la Argentina de Maradona en Sudáfrica, por lo que el canal de videocable Fox Sports transmitía los partidos. Y el 12 de enero el destino los juntó a ambos en un gran encuentro, que las siempre heridas Aguilas comenzaron de gran forma con el gol del medio Ogbuke-Obasi a los 12 minutos. Pero los bicampeones, otra vez con Hassan Sheahta al comando, mostraron sus pergaminos y ganaron 3-1 con goles de Moteab a los 34´, Ahmed Hassan a los 54´ y un suplente, Mohamed Nagy “Gedo”, a los 87´. Este ignoto delantero del banco pasaría a ser protagonista casi excluyente, paradójicamente siempre como sustituto. Mientras tanto, Benín quería su primera victoria copera y por eso se puso en ventaja por dos goles: Omotoyossi en el minuto 14 y Darío Khan en contra en el 20. Pero Mozambique repuntó con Miró a los 29´ y Fumo a los 54´ para un entretenido 2 a 2. Sin embargo, el 16 los gigantes pusieron todo en su lugar: los egipcios, con más esfuerzo que lo pensado, vencieron a los mozambiqueños 2 a 0 con otro autogol de Darío Khan a los 47´ y otro gol suplente de Gedo a los 83´, mientras los nigerianos salían de otra brava superando apenas 1 a 0 a los benineses con el penal de Ayegbeni en el minuto 42. Y las cosas se confirmaron ampliamente el 20: los Faraones, aún con reservas, siguieron camino a su tercer CAN con un tranquilo 2-0 a Benín, obra de Al Muhammadi en el minuto 7 y Moteab en el 23. Y Nigeria se clasificó en el Alto da Chela de Lubango con un calmo 3 a 0 a Mozambique, que recién lo fue a los 45 cuando Peter Odemwingie abrió el marcador. Odemwingie aumentó a los 47´ y Obafemi Martins definió el encuentro a los 86´. La lógica tabla quedó con Egipto con 9 puntos y Nigeria con 6 a cuartos de final.
Allí en Lubango, la cuarta sede del acontecimiento angoleño, Camerún buscaba por el Grupo D la revancha de su derrota final ante los egipcios en 2008. Y para eso debutó el 13 de enero cayendo ante el Gabón de Aubameyang y Alain Giresse por 1 a 0, gracias a que Daniel Cousin marcó un inesperado gol a los 17 minutos, propinando un puntapié a las ilusiones de los Leones Indomables del francés Paul Le Guen. Por su parte, Zambia (dirigido por el galo Hervé Renard, luego campeón en 2012) y Túnez igualaban a 1 por Jacob Mulenga a los 19´ y Dhaouadi a los 40´. El 17 los cameruneses se recuperaron coun un clave y emotivo 3-2 sobre Zambia. Jacob Mulenga volvió a adelantar a los del cobre a los 8´, pero un regalo del arquero Mweene le dio a Geremi Njitap el empate a los 68´, y enseguida Samuel Eto´o, en su última Copa, desniveló a los 72. Pero Chris Katongo igualó de penal a los 81´. Sin embargo, apareció el efectivo suplente Idrissou y a los 86´le dio el triunfo a los del café, poniéndolos en buena posición para clasificarse, ya que Túnez y Gabón, el héroe de la fecha 1, no se marcaron goles. Y el grupo era tan cerrado que se decidió el 21 de enero en una doble jornada de ciencia ficción, como de ciencia ficción era el criterio de desempate. En Lubango, Camerún y Túnez jugaron como en 2008 otro partidazo, que arrancaron los tunecinos por el chico Chermiti al minuto 1. Eto´o marcó el primer empate a los 47´, pero Chedjou hizo un autogol a los 63´ y los árabes volvían a soñar con ir a cuartos. No contaban con que Nguemo restableció la paridad un minuto más tarde para el 2 a 2 final, que dejó afuera a los rojiblancos. Y en Benguela, Zambia marginó a los gaboneses por 2 a 1, con goles de Kalaba a los 28 y Chamanga a los 62´, descontando Fabrice Do Marcolino a los 83´ y logrando una tabla de posiciones logarítmica. Zambia, Camerún y Gabón terminaron igualados con 4 y Túnez afuera con 3. Pero el loco sistema determinó lo siguiente: Zambia se clasificó primero en el grupo por más goles a favor marcados contra los equipos con los que empató en puntos y diferencia de gol, es decir, Camerún y Gabón (en total 4 goles). Con el mismo criterio, Camerún finalizó segundo (3 goles contra 2 de las Panteras). Increíble, pero bien real. Así zambianos y cameruneses se metieron a los ocho mejores.
Por suerte no hubo tanto cálculo a la hora del comienzo de los cuartos, el 24 de enero en Luanda, donde los ruidosos y futboleros angoleños querían ver a su selección entre los semifinalistas. Pero Ghana fue de menor a mayor y, con gol de Gyan a los 16 minutos, logró otra corta victoria por 1 a 0 y los eliminó. Más tarde, en Cabinda, Argelia y sus irregularidades de aquel 0-0 ante el local enfrentaban a Costa de Marfil, que llevaba sólo dos partidos y un triunfo encima. Y fue otro excitante partido de gigantes. Uno de ellos, Salomon Kalou, puso el primero para los Elefantes a los 4 minutos, pero Matmour empató a los 40´. Llegó Abdelkader Keita y faltando un minuto conquistó un gol que parecía definir el encuentro, pero Madjid Bougherra lo llevó al alargue con su tanto a los 90´. Y apenas iniciado el suplementario, el justo allí ingresado Bouazza colocó a los 93´ el tercero y decisivo para los de Vahid Halilhodzic, que despidieron así a un candidato de marfil. Si lo visto no fue suficiente, Egipto y Camerún, los finalistas de dos años atrás, se veían las caras el 25 en Benguela. Los tricolores ganaban por Emana a los 25 minutos y semejaban desquite de aquella final, pero Ahmed Hassan les cortó la ilusión empatando a los 37´. Como dos colosos históricos, no se sacaron ventajas hasta el tiempo extra. Y allí la generación ganadora egipcia apareció en su máximo esplendor. Gedo vino del banco para hacer el segundo a los 92´ y Ahmed Hassan decretó otro gran logro faraón a los 103 minutos. Por último, Nigeria conservó sus eternas esperanzas de levantar la CAN ante Zambia, que no pudo ir más allá cuando otra vez era candidato. Tras 120 minutos vírgenes en Lubango, en la tanda de remates desde el punto del penal, Nyirenda desvió para los del cobre y fue Vincent Enyeama quien convirtió el 5-4 que los mandó a los de Shaibu Amodu a las semifinales tras las de 2006.
Pero las eternas esperanzas nigerianas siguieron siendo para siempre. En la primera semifinal el 28 de enero en Luanda, Ghana los venció otra vez por la mínima y otra vez por Asamoah Gyan, ahora a los 28 minutos, para retornar a una decisión africana luego de 18 años, que no era otra que la del 92 y los 20 y pico de penales con Costa de Marfil. El otro encuentro, también el 28, encontraba en Benguela a dos viejísimos conocidos. Egipto y Argelia protagonizaban el enésimo superclásico árabe y continental, que al principio fue muy parejo. Hasta que a los 37 minutos surgió la jugada que acabó el encuentro, aunque recién empezara. Una falta muy dudosa de Halliche a un delantero egipcio fue sancionado como penal por el árbitro de Benín, Coffi Codjia, el de la final de 2008. Como Halliche ya estaba amonestado, por la que ni siquiera fue falta Codjia lo expulsó. Hosni Abd Rabou convirtió en el minuto 39, y a partir de allí los argelinos se descontrolaron y Egipto lo usó de la forma más eficaz posible. Zidan estiró a dos la diferencia a los 64 minutos y seis después, el lateral Belhadj también veía la roja. El sustituto Abdelshafi marcó a los 81´el tercero y el delirio, que aumentó tanto como los nervios de Argelia que derivaron en la tercera salida de la cancha, en este caso el mismo arquero Chaouchi a los 87´. Y para rematar un clásico, el cuarto gol de Gedo, otra vez desde el banco, sobre los 90 para que, por si alguien tenía dudas, Egipto le explicara su grandeza, la que lo hizo viajar a Luanda para su tercer final consecutiva. Mientras eso se esperaba, nigerianos y argelinos jugaron un desteñido tercer puesto en Benguela, ganado por las Aguilas por 1 a 0 con gol de Obinna a los 55 minutos, para volver al podio como lo habían hecho en los 2000.
Y el 31 de enero de 2010, Egipto era por enésima ocasión uno de los dos nombres importantes para la final en el estadio 11 de Novembro de Luanda. El otro era Ghana, que por fin deseaba revalidar sus viejos buenos tiempos de los 60, 80 y 90. Ese domingo ante una multitud, los de Hassan Shehata buscaban lo que nadie antes, un tricampeonato en fila, formando con El Hadary; Fathi, Al Muhammadi, Gomaa, Moawad; Hany Said, Ghali, Abd Rabou, Ahmed Hassan; Moteab y Zidan, nada menos que 9 de los 11 triunfadores de la anterior. Los ghaneses, dirigidos por el serbio Milovan Rajevac, iban por su gloria con Kingson; Inkoom, Vorsah, Addy, Sarpei; Annan, Agyemang-Badu, Asamoah, André Ayew; Agyemang y Gyan. Y realmente pasó muy poco, como acostumbradamente en partidos decisivos, en los minutos transcurridos. Egipto fue quien más intentó desde el banco, primero con Abdelshafi por Moawad a los 57´ y luego, por sexta vez en el certamen, con Gedo por Moteab a los 70. Y como tantas otras veces, Mohamed Nagy “Gedo” fue el hombre de la definición cuando a los 85 minutos marcó el gol de un probable tricampeonato. Ghana se fue a la desesperada, como Camerún dos años atrás, a por el empate haciendo entrar a Adiyiah por Gyan a los 86´y a Eric Addo en lugar de Agyemang a los 89´, justo cuando Shehata mandaba a la cancha al defensor Salem en lugar de Fathi. Y con el pitazo de Codjia, se consumó la hazaña: Egipto, siempre Egipto. Campeón por tercera vez consecutiva y por séptima en total desde su proeza inicial del 57 y 59, la del 86 y 2008 sobre Camerún, la de 1998 ante Sudáfrica y ésa primera del triplete glorioso en 2006 sobre Costa de Marfil. Ahora también agregaba a su exhibidor ésta trabajosa pero merecidísima de 2010, nuevamente con este ya grande Hassan Shehata, asistente en 2006 y rey en 2008, que eligió a la mayoría de los Faraones que había sacado campeones ese 2008, exactamente 12 de estos 23: El Hadary, Fathallah, Al Muhammadi, Salem, El Saqqa, Hany Said, Fathi, Abd Rabou, Zidan, Moteab, Abdel Malek, Ghaly, Tawfik, Moawad, Gedo, Tarek El Sayed, Ahmed Hassan, Shikabala, Abdelshafy, Gomaa, Raouf, Amdy y Abou El Seoud. Por supuesto, parte de estos guerreros gloriosos se llevaron premio extra como hacía dos años. Ahmed Hassan, el capitán tricampeón, fue el mejor futbolista; Gedo, el refresco de oro, fue la revelación y ni hablar el goleador con sus 5 tantos, y El Hadary, Fathi, Gomaa, Ahmed Hassan y Zidan integraron la formación ideal de Angola 2010. Claro que la alegría egipcia no iba a hacer olvidar la tragedia de Togo ni el arreglo de angoleños y argelinos en primera fase. Pero por una vez, un mismo equipo ejercía un dominio total en el continente. Un mismo rey lleno de oro: Egipto.
Ver también
Egipto, el primer rey de la CAN
CAN 1959: Segundo título Faraón
CAN 1962: Campeonato para Etiopía
CAN 1963: Primera corona ghanesa
CAN 1965: Segundo título para Ghana
CAN 1968: La sorpresa congoleña
CAN 1970: Gloria para Sudán
CAN 1972: La hora del otro Congo
CAN 1974: Festejo zaireño
CAN 1976: Título para Marruecos
CAN 1978: Ghana tricampeón
CAN 1980: Nigeria estrena título
CAN 1982: Ghana y su cuarto título
CAN 1984: La gloria para Camerún
CAN 1986: Egipto festeja tras 27 años
CAN 1990: Victoria en casa de Argelia
CAN 1992: Gloria para los Elefantes
CAN 1994: Bicampeonato nigeriano
CAN 1996: La hora de Sudáfrica
CAN 1998: El regreso del Faraón
CAN 2000: La tercera de Camerún
CAN 2004: Túnez recibido campeón
CAN 2006: La nueva era egipcia
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