[Por Diego Martín Yamus] Como todas las ediciones anteriores, la vida de la Copa Africana de Naciones seguía dando sorpresas. Ahora se darían en Egipto, a quien en 1974 le tocaba organizarla. Una oportunidad que los Faraones (dirigidos por el alemán Dietmar Kramer) no querían desperdiciar para volver a ganarla, recordemos que venían de ser terceros en 1970 y de no jugarla en 1972. Así fue que El Cairo, Mehalla Al-Qubra, Alejandría y Damanhour recibieron al local y otros siete países surgidos de las eliminatorias, entre ellos el debutante Mauricio y dos sorpresas mayúsculas: Zambia (también por primera vez) goleando a Nigeria, y Uganda retornando a expensas de Argelia. Por su parte, tres grandes de antaño fueron eliminados: Etiopía (por Tanzania), Sudán (por Nigeria) y Ghana por Costa de Marfil, mientras Libia no se presentó ante Argelia y República Centroafricana era descalificada tras dejar afuera a los marfileños. Pero había un equipo que esos días sobresalía en el continente: Zaire, que tres meses antes de la Copa se había clasificado para el Mundial de Alemania, y ahora eliminaba a Camerún (anterior organizador) que lo había vencido en el tercer puesto 72 por 5-2. Zaire no iba a parar allí su marcha triunfal.
Los ocho participantes arrancaron a pelearse por la Copa desde el 1 de marzo, cuando Egipto puso en marcha su sueño en El Cairo por el grupo A venciendo a Uganda 2-1, con un gol de su artillero Ali Abugreisha y otro de Khalil. Un día más tarde, en Mehalla Al-Qubra, Zambia lo hacía con Costa de Marfil 1-0. Egipto pasó a las semifinales con un claro 3-1 a Zambia, con otro gol de Abugreisha, mientras Costa de Marfil era sorprendido por Uganda con un empate 2-2. Los egipcios terminaron la floja presentación marfileña venciéndolos 2-0 y ganando el grupo, siendo acompañados por Zambia que derrotaba 1-0 a Uganda, de decorosa actuación con su tercer puesto.
En el Grupo B, como si fuera ironía del destino, Zaire y Congo se veían la cara por tercera vez en 4 ediciones, en medio de sus agitadas situaciones políticas. Zaire había superado dos veces a su vecino, resultando campeón en el 68 pero Congo campeonó en el 72.
Los dos fueron claramente superiores a sus compañeros de zona. Zaire comenzó triunfando 2-1 sobre Guinea en Damanhour, con los dos primeros goles de Mulamba Ndaye, que sería el hombre estrella de la Copa, mientras Congo batía a Mauricio 2-0 en Alejandría. Los Diablos Rojos se llevaron el superclásico con Zaire 2-1 en Alejandría, poniendo en riesgo la clasificación zaireña, ya que Guinea estaba al acecho al ganarle 2-1 a Mauricio. Pero todo se definió con normalidad cuando Congo igualó 1-1 con Guinea y Zaire, con otro tanto de Ndaye, goleó 4-1 a Mauricio para que ambos pasaran a los 4 mejores, con Congo en primer lugar.
Por eso, Zaire no pudo evitar encontrarse con Egipto en la semifinal en El Cairo. Y los locales parecían hacérselo sentir, ya que iban ganando 2-0 gracias a Ilunga Mwepu en contra a los 41 y nuevamente Ali Abugreisha -foto- a los 54 minutos. Pero en el duelo de goleadores, Mulamba Ndaye no se quedó atrás y descontó un minuto después. Y Raoul Kidumu igualó a dos a los 61. Pero aún faltaba una emoción. Y Ndaye apareció de nuevo y dio la vuelta al partido a los 72, silenciando a la multitud egipcia y clasificando a su equipo a otra final. Mientras tanto, otra sorpresa fue en Alejandría, donde Zambia derrotaba en alargue 4-2 al vigente campeón Congo con tres goles de Bernard Chanda. Entonces, Egipto se conformó con otro tercer puesto arrasando a los congoleños 4-0, donde Abugreisha marcó de nuevo. Y Zaire y Zambia jugarían una final para la historia.
Aquel 1974, Zaire sufría el comienzo de la dictadura de Mobutu Sese Seko, que no sólo formó la selección que fue al Mundial sino que implantó el “salongo”, una especie de trabajo forzado. Pero el conjunto del yugoslavo Blagoje Vidinic quería demostrar que era mucho más que esas circunstancias enfrentando a Zambia, a quien había eliminado de la CAN 72 y en noviembre de 1973 había dejado afuera en el camino a Alemania 74.
El 12 de marzo en el Nasser Stadium de El Cairo, ocupado por 50.000 personas, Zaire y Zambia jugaron el partido decisivo, que sin embargo no sería el único. Simon Kaushi puso en ventaja a los zambianos a los 40. Pero Mulamba Ndaye dijo presente y empató a los 65, enviando la final a tiempo suplementario. Ndaye marcó a los 117 y parecía que Zaire se la llevaba, pero la Copa tuvo otro golpe de escena y Brighton Sinyangwe igualó para Zambia a los 120 minutos. No había tiempo para más, y como aún no se habían implementado los tiros desde el punto penal como desempate, por primera y única vez ambos jugarían una segunda y definitoria final.
Sólo dos días después, el 14 de marzo -video-, todo se definió en el International Stadium de El Cairo, ante sólo 1000 espectadores, con arbitraje de Saad Gamar, de Libia. Y Mulamba Ndaye ratificó ser el hombre estrella del torneo: convirtió dos goles a los 30 y 76 minutos para ser máximo goleador con 9, y Zaire se llevó su segundo título, antes como Congo Kinshasa, ahora con su actual nombre. Ese día de gloria los Leopardos formaron con Mwamba; Mukombo, Bwanga, Boba Lobilo, Mwepu; Kidumu, Mayanga, Mana; Mavuba, Ndaye y Kakoko. Medio equipo del campeón fue elegido en el ideal del torneo: Mwamba, Lobilo, Mayanga, Kakoko y por supuesto Ndaye. Así, Zaire ratificaba su dominio continental y el regional sobre Congo para formar una época inolvidable.
Ver también
Egipto, el primer rey de la CAN
CAN 1959: Segundo título Faraón
CAN 1962: Campeonato para Etiopía
CAN 1963: Primera corona ghanesa
CAN 1965: Segundo título para Ghana
CAN 1968: La sorpresa congoleña
CAN 1970: Gloria para Sudán
CAN 1972: La hora del otro Congo
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