El continente negro venía de un pésimo precedente en la Copa de Alemania 1974, con un Zaire con tres derrotas y 14 goles en contra en 3 partidos. Por esos tiempos, contaba con una sola plaza directa que el 11 de diciembre de 1977 Túnez conquistó por primera vez, luego de una reñida eliminatoria con Egipto y Nigeria. Ese día, los rojiblancos golearon como locales a su vecino árabe 4-1 y accedieron al Mundial argentino. Era uno de esos equipos de relleno, acompañante de los más grandes...
Sin embargo, en su debut el 2 de junio en el estadio de Rosario Central, Túnez no sólo sorprendió al mundo (como Marruecos en 1970) sino que entró en la historia de oro africana al ganar el primer partido para el continente, lavando aquella desastrosa imagen zaireña. Y eso que su rival ese día, el aguerrido México, se puso en ventaja sobre la hora del primer tiempo con un penal de Vázquez Ayala.
Pero el equipo de Abdelmajid Chetali apareció con su inesperada eficacia en el segundo tiempo. Primero a los 10 minutos con el empate de Kaabi. Y en los últimos 10, la epopeya: el segundo gol de Ghommidh y el tercero de Dhouieb a tres del pitazo final. Tal fue el impacto que casi provoca la renuncia del entrenador mexicano José Roca. Y el 3 a 1 no fue una casualidad: el 6 de junio los tunecinos perdieron sólo por 1-0 con la poderosa Polonia de Lato, y el 10 redondearon su hazaña poniendo en riesgo al otro gigante del Grupo 2, Alemania, con quien empataron sin goles y a quien dominaron por momentos. Incluso el técnico Chetali se lamentó después de haber planteado con demasiada cautela el partido. Así, Túnez concluyó tercero en la zona, detrás de los dos grandes europeos. Pero el momento que quedará fue aquel del 2 de junio, con estos héroes: Naili; Dhouieb, Khemais Labidi, Jebali, Kaabi; Ghommidh, Temime (Mohsen Labidi 88´), Agrebi; Akid, Tarak y Raouf Ben Aziza (Karoui 81´).
Ver también: México 70: primer punto africano
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