Lo llamativo de este título de Libia es que sólo pudo ganar en su primer partido en el Grupo C -2-0 a Etiopía-. Luego empató los cinco restantes: dos veces con Ghana, 2-2 con Congo, 1-1 con Gabón en cuartos de final y 0-0 con Zimbabwe en semis. De los cuartos hasta el título terminó imponiéndose siempre en los penales.
Tras el último penal fallado por Ghana, los juagdores libios no parecían muy convencidos de desatar la euforia y comenzar a festejar. Confundidos se acercaron al árbitro Mohamed Benouza y a su asistente mauritano Balkrishna Bootun, quienes aún no estaban seguros del triunfo libio. Allí fue cuando se acercó el otro asistente, el camerunés Yanoussa Moussa, para aportar claridad y confirmar el triunfo del equipo de Clemente.
La campaña
En toda la campaña, el elenco libio convirtió seis goles: tres Abdelsalam Omar y el resto uno; El Mutasem Abushnaf, Faisal Saleh y Abdelrahman Fetori. Y sólo cuatro goles en contra, lo que muestra el gran trabajo en defensa y del arquero Nashnoush, quien milita en el Al Ahli Tripoli. Otros de buena performance fueron el goleador Omar, del Al Hilal Benghazi, y Mohamed El Hnaish El Gadi, volante central de muy buen manejo del Al Ahli Tripoli.
Con este importante título, Libia se suma a RD Congo (Costa de Marfil 2009) y Túnez (Sudán 2011) como campeón de este certamen que no hace mucho que tuvo su comienzo pero que, poco a poco, va adquiriendo importancia dando nuevas oportunidades de mostrarse a los jugadores de las ligas domésticas del continente africano.
Los premiados
Aparte del título obtenido por Libia, hubo otros que también tuvieron su premio. El mejor jugador del torneo fue el nigeriano Ejike Uzoenyi, mientras que el máximo goleador fue el sudafricano Bernard Parker, con 4 tantos. Nigería también se adjudicó el Premio Fair Play.
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