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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Alfa, discreción al servicio de Nigeria

[Vía Fifa.com] En una selección nigeriana tan incisiva, con jugadores que se caracterizan por sus fulminantes arrancadas verticales, las habilidades de Abdullahi Alfa pueden hasta pasar discretamente desapercibidas. El centrocampista africano raramente aparece en las estadísticas posteriores a los partidos, a pesar de que sus pases suelen ser los que preceden a las asistencias de gol de los compañeros que juegan más adelantados. 

Sin embargo, basta ser un poco observador para percibir la importancia que este futbolista tiene en la constucción de un estilo de juego que ya ha generado 23 goles en seis partidos. Con el número ocho a la espalda y una camiseta excesivamente grande para su cuerpo delgado, el centrocampista reparte juego y lleva la batuta de la selección nigeriana, finalista y gran sensación de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA.

“Así es como me gusta jugar. Necesito tener tranquilidad sobre el césped y moverme por todo el campo para iniciar los ataques”, asegura este futbolista nacido en la región del delta del río Níger, que se declara admirador de Andrés Iniesta, el espejo en que le gusta mirarse. “Me encanta su forma de jugar, bajando mucho para recibir el balón y crear”, explica.

Alfa es el segundo integrante del combinado nigeriano –después de Musa Yahaya, que juega un poco más adelantado– que confiesa a FIFA.com su admiración por el astro español. Sin duda, estos chicos tienen buen gusto. El hecho de que Alfa hable de Iniesta dice además mucho sobre el tipo de fútbol que su selección está desplegando en Emiratos Árabes Unidos.
¿Mediocentro? ¿Qué mediocentro? 
Supuestamente, Alfa está desempeñando con Nigeria la función de mediocentro, un poco por detrás del centro del campo. Y decimos supuestamente porque, en una selección que ataca tanto y a la que le gusta encerrar a los rivales en su campo, lo cierto es que las cualidades defensivas de este jugador de 1,70 metros de estatura –el más bajo de la semifinal que Nigeria le ganó a Suecia por 3-0– todavía no han sido verdaderamente puestas a prueba.

Alfa suele situarse ligeramente escorado hacia la derecha, pero de ninguna manera limita sus movimientos a esa zona del campo, ya que eso significaría contradecir la idea de fútbol que el seleccionador Manu Garba predica. “El técnico nos da mucha libertad y nos pide que juguemos siempre como un equipo. Tenemos que compenetrarnos igual de bien que si fuésemos hermanos”, asegura.

Y lo cierto es que Nigeria parece un grupo de hermanos en plena sintonía. Kelechi Iheanacho y Taiwo Awoniyi están haciendo estragos arriba y suman ya nueve goles y 12 asistencias. No obstante, para que los dos atacantes entren en acción es necesario que reciban el balón, y ahí es donde Alfa aparece. “Los tres llevamos jugando juntos mucho tiempo y eso se nota en lo bien que nos entendemos sobre el campo”, asegura el hombre que con su trabajo sucio permite que los delanteros triunfen.

El prometedor centrocampista brilló con luz propia en semifinales. Diego Armando Maradona, presente en el estadio, pudo disfrutar del juego de Nigeria desde las gradas. “No sabía que estaba en el campo, pero si lo hubiese sabido tampoco me habría puesto nervioso. En cualquier caso, es una alegría saber que una leyenda como él nos ha visto jugar al fútbol a mis amigos y a mí”, confiesa.

Lo que Alfa sí notó fue la presencia del público nigeriano en el estadio Rashid. El joven internacional, que no paraba de ofrecerse en el centro del campo, parecía querer animar con cada pase a una afición entusiasta que escenificó una suerte de versión nigeriana de los olés que se suelen oír por ejemplo en México cuando un equipo toca y toca la pelota sin que el rival la intercepte.

Una promesa muy en serio 
En la final de la cita mundialista, que se disputa el viernes en Abu Dhabi, nigerianos y mexicanos volverán a verse las caras después de que el combinado africano arrasase a los norteamericanos por 6-1 en el estreno de ambos equipos en el certamen.

“Vimos el partido de México frente a Argentina antes de nuestra semifinal y nos pareció que están muy bien”, asegura el centrocampista africano. “Sin embargo, esperamos repetir el buen papel que hicimos contra ellos en el primer partido. En el fútbol resulta muy difícil hacer pronósticos, pero, si Dios quiere, podemos ganarles de nuevo. México puede introducir todos los cambios que quiera, pero sigue siendo el equipo al que nos enfrentamos en la fase de grupos”, afirma.

Así es como habla Alfa. El tono que utiliza podría confundirse con soberbia o exceso de confianza, pero se trata únicamente de entusiasmo a la hora de hablar de las expectativas de un equipo tan agresivo. “Prometo al pueblo nigeriano que les llevaremos esta Copa”, asegura. Cuando le preguntamos si esa promesa va en serio, Alfa deja de lado cualquier atisbo de la discreción que su juego pueda tener. “Sí, y muy en serio”, responde convencido.

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