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sábado, 1 de junio de 2013

Una final muy africana

[Vía Yahoo España] El maliense Cheick Diabaté, con un gol a un minuto del final, proporcionó al Burdeos su cuarto título de la Copa de Francia, un éxito que se le resistía desde hacía dieciséis años y que reavivó tras imponerse en la final de París al Evian por 3 a 2.

El atacante africano fue el auténtico protagonista de una final plagada de equilibrio, emoción y goles. Diabaté anotó dos de los tres del cuadro de Francis Gillot. Una cifra que pudo ampliar si hubiera transformado un penalti que, con 1-0 en el marcador, desvió el meta Bertrand Laquait, el hombre que sostuvo al subcampeón.

El Evian, un conjunto acostumbrado a empresas menores, se aferró a una situación atípica. Un momento sin precedentes con la pretensión de hacer historia para lustrar un palmarés sin logros de renombre cuya ambición es sostenerse cada año en la Ligue 1, la máxima categoría gala. Esta ilusión le sostuvo durante muchos minutos. Respondió a cada contratiempo con determinación y no se resignó hasta el final. Y eso que desde el arranque tuvo el partido en contra.

Un centro del brasileño Mariano por la banda derecha y un error de la zaga del equipo de Pascal Dupraz fue aprovechado por Diabaté, que finalizó la acción a la perfección a seis minutos del descanso. Fue el premio al empuje sin disimulo del Burdeos, que asumió desde el principio su condición de favorito.
El partido entró en un ritmo trepidante tras el intermedio. De entrada, un agarrón del serbio Milos Ninkovic a Diabate dentro del área fue castigado con un penalti que marró el maliense pero que despejó el meta Laquait. El Evian ya había empezado a transitar por el área del Burdeos. Acto seguido, una internada del danés Daniel Wass y su pase posterior fue aprovechado por el marfileño Yannick Sagbo para lograr el empate.

El Burdeos reaccionó y a continuación, una falta lanzada por Gregory Sertic fue rematada por Henri Saivet, para marcar el segundo. Los errores en la zaga condenaban al Evian a pesar de su atrevimiento y entusiasmo, que le devolvió al partido en la recta final. En el minuto 70 encontró un nuevo premio a su resistencia iniciada con una acción por la banda izquierda de Cedric Barbosa remachada en boca de gol por el marfileño Brice Dja Djedje.

Cuando todo apuntaba a la prórroga, un error en la salida del balón del Evian llevó la jugada a Nicolas Maurice Belay, que buscó otra vez a Diabaté. No faltó a la cita con el centro el maliense, que a un minuto del final dio la victoria a su equipo y la cuarta Copa de Francia, que suma a los éxitos conseguidos en 1941, 1986 y 1987 y sitúan al cuadro de Gillot en la Europa League del próximo año.

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