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martes, 28 de mayo de 2013

Senegal campeón de Beach Soccer

Los países de África occidental mantienen su dominio en el ámbito del fútbol playa. La semana pasada, Senegal y Costa de Marfil se adjudicaron los dos billetes asignados a la CAF para la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, que se disputará en Tahití el próximo mes de septiembre. Ambos conjuntos se aseguraron el pase como finalistas del torneo clasificatorio, celebrado en El Jadida (Marruecos).

A las selecciones norteafricanas, en cambio, les tocó la otra cara de la moneda, dado que, aunque alcanzaron las semifinales por cuarta vez consecutiva, no lograron el codiciado boleto a Tahití. De este modo, senegaleses y marfileños se unirán a los otros 13 combinados clasificados para la cita mundial. En estos momentos sólo queda por adjudicar una plaza, la de la OFC. FIFA.com repasa lo acontecido en la competición preliminar africana.

Los clasificados
Senegal partía como clara favorita, puesto que hace dos años ya se proclamó vencedora de las eliminatorias africanas en la arena de Casablanca (Marruecos). Los hombres de Amadou Diop no decepcionaron, y comenzaron su campaña arrolladores. Con su capitán, Ngalla Sylla, como adalid defensivo, el equipo anotó nada menos que 21 goles en la primera ronda, todo un récord. En semifinales se enfrentó a Nigeria, finalista en cuatro ocasiones, y tras un comienzo algo titubeante, se impuso in extremis a su rival por 9-8.

En la final, que se desarrolló en medio de un vendaval, Senegal se ciñó la corona a expensas de Costa de Marfil. Pape Jean Koukpaki, Sylla e Ibrahima Balde colocaron a los suyos por delante. Al poco, el arquero Armand Kouadio erró un penal que podía haber mitigado la diferencia, y a partir de ahí, ya no hubo marcha atrás para los marfileños, que perdieron por 4-1. Diop afirmó que su principal objetivo era conseguir el pase para la Copa Mundial. "Pero una vez que alcanzamos esa meta, volvimos a centrarnos en el certamen. Queríamos conquistar el trofeo para satisfacer al pueblo senegalés, que tanto nos ha apoyado. Los jugadores, que se emplearon a fondo para lograr esta victoria, tenían una gran confianza en sí mismos". Una vez terminado el acto protocolario de entrega de trofeos, los senegaleses se arrancaron a bailar alrededor de la copa, que habían colocado frente a su afición. Después de celebrarlo con sus seguidores, dieron una vuelta de honor a la cancha para disfrutar de su segundo éxito seguido en la cita africana.

Los marfileños, por su parte, tuvieron que sufrir para asegurarse el billete a su segundo Mundial. Tras ganar en su primer encuentro, ante Egipto (4-1), lo pasaron mal contra Libia, que acumuló hasta tres goles de ventaja. Daniel Kouatssitchi redujo la distancia, pero Mohaned Erryimed le dio la réplica y los libios volvieron a colocarse tres dianas por delante. Anniced-Gildas Dago, Moustapha Sakanoko, con dos, y Ludovic Ehounou, dieron la vuelta a la tortilla y otorgaron a los marfileños un triunfo decisivo. En su último compromiso de la fase de grupos, se midieron a Nigeria, y necesitaron un tanto en el último suspiro, obra de Kouatssitchi, para proclamarse líderes y evitar a Senegal en semifinales. Allí se vieron las caras con Marruecos, la anfitriona, y de nuevo tuvieron que esforzarse al máximo para asegurarse su tercera victoria por 5-4 del certamen. Kouatssitchi y Sakanoko brillaron en el combinado de Jean Soro. De hecho, entre los dos materializaron 17 de las 20 realizaciones del equipo. Soro declaró que, a pesar de que habían perdido en la final, habían hecho realidad su principal meta, clasificarse para la Copa Mundial. "Hay que destacar la labor de los jugadores. Han demostrado un gran espíritu de lucha y entrega por su camiseta y su país. Se merecen toda nuestra consideración. Como entrenador, estoy más que satisfecho".
Los premiados de forma individual fueron el marroquí Nassim El Hadaoui (Mejor jugador del torneo), el nigeriano Abu, goleador con 12 tantos y el arquero senegalés N'Diaye, como el mejor en su puesto.

Los otros contendientes 
Marruecos, el país organizador, se quedó a tan solo dos goles de acabar con el monopolio de los países de África occidental. Liderada por su genial delantero Nassim El Hadaoui, que se llevó el galardón al mejor jugador de la competición, los locales terminaros segundos de grupo por detrás de Senegal luego de imponerse a Madagascar y Libia. En semifinales esperaba Costa de Marfil, con una plaza en la cita mundial en juego. El duelo estuvo muy igualado tras el segundo periodo, y Marruecos tuvo ocasiones, pero dos dianas de los marfileños echaron por tierra sus aspiraciones. Y aunque Abdelkabir Moufakir recortó distancias poco después, el esfuerzo no fue suficiente.

El otro combinado que no logró pasar de los cuatro mejores fue Nigeria. Los nigerianos abordaron el torneo como claros favoritos y se llevaron el gato al agua en sus dos primeros partidos, contra Libia y Egipto (8-4). No obstante, pincharon ante Costa de Marfil en el último al conceder un gol al borde del pitido final. De este modo, las Súper Águilas se enfrentaron a Senegal en semifinales, donde no llegaron a dominar y terminaron cayendo por 9-8.

En el Grupo A, la debutante Ghana recibió una cruel bienvenida a la escena continental con dos abultadas derrotas ante Marruecos (9-2) y Senegal (11-3) para abrir boca. En el último encuentro se midió al otro conjunto con cero puntos en su haber, Madagascar. Los isleños, que en la edición anterior alcanzaron las semifinales, ganaron por un contundente 10-3, con cinco dianas de Tianasoa Raseasimbola, quien registró un total de ocho en tres partidos y terminó cuarto en la tabla de máximos anotadores.

Algo parecido ocurrió en el Grupo B, dado que en el último choque, entre Egipto y Libia, solo estaba en juego la honra de los contendientes. Los Faraones se impusieron por 8-3. Su principal artillero, Aly Elbarbary, y Ahmed Mohamed Abouserie sumaron tres por cabeza.

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