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sábado, 31 de diciembre de 2011

Túnez igualó con Catalunya


[Vía LaVanguardia.com] Solo faltaron los goles en una nueva fiesta reivindicativa del deporte catalán. La selección de Catalunya empató (0-0) ante Túnez en un amistoso que los locales dominaron de principio a fin. El público estuvo entregado por completo a su equipo pese a que solo puede disfrutar de él una vez al año y que en los últimos tiempos ha afrontado duelos contra rivales de interés relativo. Atrás han quedado los tiempos en que campeones mundiales como Brasil y Argentina se enfrentaron al conjunto de las cuatro barras. Aun así, los aficionados catalanes no fallaron a la cita con su selección y llenaron las gradas del estadi olímpic Lluis Companys. 

Más de 36.500 personas se acercaron hasta la montaña mágica. La mayoría de ellos ataviados con senyeres, tenían tantas ganas de animar al equipo de Johan Cruyff como de reclamar la oficialidad de Catalunya para olvidar de una vez por todas los fríos amistosos navideños y disfrutar de una Eurocopa o un Mundial. Un deseo que seguirá sin poder cumplirse a corto plazo. El técnico holandés alineó de inicio a sus cinco campeones del Mundo en Sudáfrica 2010 -Puyol fue baja de última hora por unas molestias físicas- junto a dos de los tres representantes de los conjuntos catalanes de Segunda División. La mezcla cuajó lo suficiente como para poner en apuros la meta de Túnez en varias ocasiones en la primera mitad, sobre todo gracias a la movilidad de Bojan Krkic -elegido como el mejor del partido y que fue ovacionado al ser sustituido- y Sergio García y las llegadas de Cesc. 

El cuadro catalán demostró que nada tiene que envidiar a muchos de los combinados que se clasifican para los máximos torneos de fútbol. Solvencia contrastada en la portería, una defensa con mucho talento para salir jugando y suficiente contundencia, uno de los mejores centros del campo del mundo y una delantera con mucho futuro. Las Águilas de Cartago, inmersas en la preparación para la Copa de África 2012 que empieza a finales de enero, se mostraron como un equipo intenso y agresivo en la recuperación del balón y muy vertical a la hora de ir al ataque. 

De las botas de Darragi y Mksani, sus mejores futbolistas, salieron las jugadas más peligrosas de los tunecinos, aunque Víctor Valdés siempre estuvo muy atento para desmontar cualquier maniobra peligrosa del rival. El segundo tiempo, y pese a los numerosos cambios introducidos por Cruyff, Catalunya acentuó su dominio y encerró a su rival perpetuamente en su campo, del que solo salió en un par de ocasiones. Sin Xavi, Cesc ni Busquets en el campo, el espanyolista Verdú fue el jefe de operaciones catalán mientras los jóvenes azulgrana Sergi Roberto y Cuenca aportaban su ímpetu juvenil para poner en apuros a los norteafricanos. 

Una y otra vez, los futbolistas de la selección chocaron contra la defensa tunecina. Sobre todo Bojan Krkic, que gozó de buenas oportunidades pero siempre encontró un obstáculo insalvable en los zagueros y el portero rivales. Antes del pitido final, dos buenas opciones provocaron el murmullo de una grada que nunca estuvo preocupada por el resultado y que vibró una vez finalizado el encuentro con un grito unánime:"Visca Catalunya!"

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