A sus 23 años, Ezechiel N'Douassel posee todo aquello con lo que puede soñar un delantero moderno. Su estatura (1,92 metros) le predispone naturalmente a imponer su juego de cabeza en la punta de ataque, pero su técnica y su velocidad también le dan alas para deslizarse por la banda izquierda. Por consiguiente, las cualidades del delantero del Club Africain tunecino no le vendrán mal a su Chad natal a la hora de medirse a Tanzania, en la fase de clasificación africana para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™.
“El fútbol es como un don para mí. Me siento igual de cómodo con la pierna izquierda que con la derecha, y me gusta tanto meter goles como fabricárselos a mis compañeros”, señaló nuestro protagonista a FIFA.com. Esa confianza en sí mismo, por otro lado, también forma parte de su arsenal del perfecto delantero. Y a fe que le funciona, puesto que, ya sea con su club o con la selección, marca un promedio de un tanto cada dos partidos.
Tras ser detectado cuando era muy joven por el Tourbillon FC, uno de los clubes más laureados de la liga chadiana, N'Douassel firmó su primer contrato para la temporada 2006/07, y allí metió 36 goles en 56 partidos, con apenas 18 años. Sus cualidades no pasaron desapercibidas, y le sirvieron de trampolín para recalar en Argelia, donde jugó inicialmente una campaña en el MC Orán, seguida por otros dos años y medio en el USM Blida. Ezechiel siguió sumando goles, y soñando. Durante su etapa en tierras argelinas, se marchó a Europa a realizar diversas pruebas. Su nombre sonaba en Rusia, en Inglaterra, en España y en Bélgica (donde llegó a pasar unos meses en el Dender, de segunda división), y su cotización despertaba el apetito de clubes como el Mónaco o el Olympique de Marsella, pero el Blida no quería malvender a su joya.
Héroe binacional
Al final, fue a parar a la vecina Túnez en enero de 2011, tras fichar por cuatro temporadas con el Club Africain. Allí ha seguido haciendo maravillas con su eficacia, pero, paradójicamente, fue con la camiseta de Chad como se convirtió en un auténtico ídolo en Túnez. En concreto, el pasado 8 de octubre, en la última jornada del Grupo K correspondiente a la competición preliminar de la Copa Africana de Naciones 2012. Las Águilas de Cartago se encontraban codo a codo con Malaui luchando por el segundo puesto, que significaba la clasificación, y cumplieron con su parte imponiéndose a Togo por 2-0, mientras rezaban para que las Llamas cediesen unas tablas ante Chad. Y contra todo pronóstico, los Sao arrancaron un 2-2 en el tiempo añadido, gracias a un pase de gol de Ezechiel N’Douassel.
Como claro colista del quinteto, Chad no aspiraba a nada en esa última jornada. Pero para una selección que pretende ir subiendo peldaños en la jerarquía continental, todo punto que pueda sumarse siempre es bienvenido. “Estoy contento de veras por ese resultado, y por haber podido forzar un empate ante un Malaui que nos había ganado por 6-2 en la primera vuelta. Y si encima sirvió para clasificar a Túnez, mucho mejor”, comentó el héroe involuntario del combinado norteafricano. La Asociación Tunecina de Fútbol, por otra parte, invitó a toda la selección de Chad a concentrarse en Susa para preparar su primer partido de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, contra Tanzania.
El primer paso
Para Ezechiel, que empezó a frecuentar la selección nacional con 16 años, y que debutó como internacional a los 18, ese encuentro supone el comienzo de un sueño que quiere materializar a toda costa. Chad va a emprender apenas la cuarta campaña clasificatoria de su historia, y N’Douassel quiere aparcar el mal recuerdo de Sudáfrica 2010, cuando los Sao quedaron últimos de su grupo en la segunda ronda. Aun así, también guarda un recuerdo alentador de aquella andadura, por las dos victorias obtenidas contra el Congo y Sudán.
Tras su constante progresión de los últimos años, plasmada en un salto de 9 puestos en la pasada Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, Chad necesita, a juicio de N’Douassel, de un detonante para acercarse más a la élite: “La situación del país hace que los jóvenes no se decanten por el deporte. El fútbol puede mejorar de veras la imagen de un país, tanto para sí mismo como a ojos de los demás. La gente se ha olvidado por completo del fútbol desde hace una década, y eso tiene que cambiar. Hay que sensibilizar a los jóvenes para que vuelvan a abrazar el deporte y el nivel general mejore”.
Sin duda, ese mensaje adquiriría una nueva dimensión en caso de vencer en la eliminatoria contra Tanzania, los próximos 11 y 15 de noviembre.
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