[Vía Fifa.com] El fundamento del extraordinario palmarés del Al Ahly en la Liga de Campeones hay que buscarlo en un puñado de figuras estelares, entre los que destaca su entrenador, Manuel José, que pasará a la historia como el promotor de una era de superéxitos a cargo del coloso de El Cairo. Pero mientras el técnico portugués y sus pupilos luchan por el séptimo trofeo continental del club, el equipo atraviesa el difícil proceso de transición entre dos generaciones.
Celebridades como Mohamed Barakat, Mohamed Aboutrika y el delantero Emad Moteab han dejado su indeleble huella en la historia de la entidad, pero ninguno tiene un historial tan rutilante ni una colección más numerosa de medallas de oro que el corpulento defensa Wael Gomaa, que este año persigue su quinta corona de campeón en la prueba reina de clubes africana, un hito sin precedentes. Manuel José también ha contribuido a los cuatro campeonatos continentales del Al Ahly a lo largo de la última década, y el quinto entorchado les aseguraría a él y a Gomaa un nicho en el salón de la fama futbolístico de África.
El Al Ahly solo ha cosechado un único triunfo en los tres partidos de grupo que ha entablado en el certamen de este año, y este fin de semana afronta una ardua expedición en Argelia contra el MC Alger. No obstante, debe seguir siendo considerado como un firme candidato a meterse el mes que viene en semifinales, una altura que ha alcanzado en cinco de las seis últimas temporadas. Si lo logra, podrá mantener vivo su propósito de batir un récord histórico y de realzar su rango de club más glorioso de África.
Durante años, el equipo ha contado con un armazón de veteranos sobre los que se han colocado los cimientos de una fórmula ganadora. Jugadores como el guardameta Essam Al Hadari, los defensas Shady Mohamed y Ahmed El Sayed, los mediocampistas Hossam Achour y Mohamed Shawky y las importaciones angoleñas Gilberto y Flavio se han convertido en nombres familiares a lo largo y ancho del continente por sus hazañas con los Diablos Rojos.
Gomaa -foto-, empero, es un caso aparte. Ostenta el mérito añadido de haber ganado además tres títulos de la Copa Africana de Naciones, lo que lo convierte en el futbolista moderno más laureado en el fútbol de clubes y de selecciones. El zaguero de 36 años también cumplió su centésimo partido internacional con Egipto en marzo, en un clasificatorio para la CAN contra Sudáfrica que los Faraones perdieron. A eso hay que añadir su fabuloso registro en la competición doméstica, en la que el Al Ahly se ha adjudicado nada menos que siete títulos de liga seguidos.
Una década sin precedentes
La actual marcha triunfal del Al Ahly arrancó en 2001, cuando batió al Mamelodi Sundowns sudafricano por un marcador agregado de 4-1 en la final y ganó su primera Liga de Campeones desde 1987. Pero lo que realmente encumbró al equipo hasta el estatus de leyenda fue la cadena de apoteosis que inició en 2005 e incluyó tres títulos y una medalla de subcampeón.
Barakat fue el genio que inspiró la conquista de 2005. De aquel equipo campeón que venció al Etoile du Sahel tunecino en la final, Moteab, Aboutrika y Gomaa aún visten la camiseta roja del Al Ahly. Barakat tenía talento suficiente para convertirse en el mejor futbolista árabe de todos los tiempos, pero las lesiones mermaron su rendimiento una y otra vez. Su último contratiempo ha sido un brazo roto, que lo dejará fuera de los dos próximos compromisos del club en la Liga de Campeones de la CAF.
Las últimas noticias son que Moteab ha reafinado su puntería y que Aboutrika está intentando recuperar su antiguo y extraño poder de sentenciar partidos, particularmente evidente en 2006, cuando firmó el dramático gol de la victoria en la final contra otro club de Túnez, el CS Sfaxien. Por su parte, Ahmed Fathi figuró como suplente en la final ganada en 2008 contra el Coton Sport camerunés, pero ahora desempeña un papel protagonista en el equipo; al parecer, este año ha rechazado una oferta para jugar en el Queens Park Rangers de Inglaterra por su interés en permanecer en El Cairo. El famoso Al Hadari, guardameta del Al Ahly durante 12 años, juega actualmente en Sudán, después de breves escalas en Europa y en otros dos clubes egipcios, el Ismaily y el Zamalek.
Manuel José, que atraviesa su tercer mandato en la entidad a lo largo de la última década, ha demostrado a lo largo de los años que un equipo ganador necesita un sólido núcleo de jugadores fiables, además de técnica y velocidad. Pero los tiempos están cambiando y el entrenador declaró recientemente: "Mis mejores jugadores se están haciendo mayores y ya no somos tan poderosos como antes". Puede ser que la vieja guardia del Al Ahly esté acercándose rápidamente a su ocaso profesional, pero solo un tonto los descartaría de la campaña de este año en la Liga de Campeones.
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