Souleymane Coulibaly, delantero de Costa de Marfil, se adjudicó el Botín de Oro de la Copa del Mundo Sub-17 al terminar el certamen con nueve goles. El delantero del Siena de Italia, que disputó solamente cuatro partidos del Mundial disputado en México, hizo el 90% de los 10 goles que el equipo marfileño consiguió hasta su eliminación en octavos de final ante Francia.
Le hizo un gol a Australia, cuatro a Dinamarca, tres a Brasil y uno a Francia. En total jugó 357 minutos y alcanzó un promedio de 2,25 goles por partido. El Botín de Plata fue para el alemán Samed Yesil, quien marcó seis goles y dio igual número de asistencias en 570 minutos, a lo largo de siete partidos. Y el Botín de Bronce se lo llevó el brasileño Adryan Oliveira, autor de cinco goles y dos asistencias en 540 minutos de seis partidos.
Con este galardón, Coulibaly se transformó en el segundo jugador de su país en ser goleador de un Mundial Sub 17; el otro fue Moussa Traoré en Canadá 1987, con 6 tantos. Pero no son los únicos africanos. En Corea del Sur 2007 el nigeriano Macauley Chrisantus (7), en Nueva Zelanda 1999 el ghanés Ismael Adoo (7), en Japón 1993 el nigeriano Wilson Oruma con 6, y en Escocia 1989 el guineano Fode Camara con 3 ya habían sentado precedente.
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