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lunes, 11 de abril de 2011

De príncipe ghanés a futbolista en España

Hace unos días compartimos la historia del camerunés Achille Emaná, volante del Betis, que es el rey en una aldea de su país y maneja todo desde España. Ahora, el hombre en cuestión es Sunday Baala, un joven ghanés que era príncipe del Principado de Zongo y tuvo que huir luego de que asesinaran a su padre. Aquí, la historia contada en el diario El Mundo de España.

Sunday Baala (Koforidua, Ghana, 1991) es un futbolista de categoría regional en la provincia de Castellón. Uno más en la legión de jóvenes jugadores, anónimos y desconocidos, a los que el fútbol aporta ilusiones y sueños pero a costa de perder dinero. Esa es la ley en una categoría como la Regional Preferente -la inmediatamente inferior a la Tercera División en la Comunidad Valenciana- donde milita el modesto Almenara.

En esta categoría sin lustre, donde la televisión de pago o las giras por Asia no existen, el fútbol, al menos, sigue siendo el deporte rey. Y su príncipe Sunday Baala.

Este joven africano que intenta hacerse un hueco fútbol castellonense tiene una dilatada biografía marcada por los terribles acontecimientos que sufrió en su país. Nacido en el seno de la familia real del Principado ghanés de Zongo, Sunday tuvo que huir de su tierra hace tres años, cuando un grupo opositor a su familia tomó el poder de manera violenta. "Nos lo quitaron todo por la fuerza. Fue muy duro porque mataron a mi padre para poder gobernar ellos", asegura un muchacho que todavía tiene marcada la tragedia en su expresión. Como consecuencia de ello, Sunday decidió venir a nuestro país. "La situación era para nosotros muy delicada. Vivíamos muy bien en Zongo y de repente nos vimos sin nada. En ese momento, mi madre me aconsejó que me marchara, porque lo más seguro era que después de asesinar a mi padre, irían a por mí", comenta el ghanés.

A pesar de su salida del país, Sunday todavía tiene en Ghana a su madre y a su hermana. El joven está seguro de que su nación no es ahora mismo un buen lugar para ellas y sueña con poder traerlas a España. "Me gustaría que pudiesen venir pronto aquí. En Castellón me encuentro muy agusto, y estoy convencido que ellas también serían felices en esta bonita tierra", dice.

Al vivir tan de cerca un conflicto de esta índole, el príncipe Sunday es una buena fuente para hablar tanto de la situación actual de su país así como de las revueltas que están se están produciendo cada vez con más frecuencia en el continente negro. "A pesar de que la situación económica en Ghana no es mala debido al petróleo, la situación política deja mucho que desear. Los actuales gobernantes están aferrados al poder y no quieren dejar de mandar por nada del mundo, por lo que a la larga se puede haber problemas", apunta. Unos problemas que ya se han producido en Costa de Marfil. Un país vecino de Ghana donde la población se ha sublevado precisamente por la reticencia del presidente Laurent Gbagbo a abandonar el poder tras perder las elecciones. "Es muy triste que un gobernante quiera seguir en el poder a cualquier precio. Sus compatriotas se están matando y a él eso le da igual, solo quiere continuar en el poder", explica un reivindicativo Sunday.

En la misma línea mantiene su opinión sobre el conflicto de Libia. "Se debe instaurar una verdadera democracia en los países africanos. No puede ser Gadafi lleve cuarenta y dos años en el poder. La gente tiene que poder decidir. Si les gusta su presidente, adelante, que gobierne, pero si pierde en las urnas, que se marche", asegura haciendo un símil con los sistemas políticos occidentales. Unos sistemas políticos que bien organizados pueden traer prosperidad a muchos países africanos "para que la gente deje ya de sufrir".

Tal sufrimiento ha sido contrarrestado por el príncipe con el deporte rey. Desde que empezó a jugar descalzo en una academia ghanesa, el fútbol siempre ha sido su pasión. Su talento no pasó desapercibido cuando llegó a España. El ghanés estuvo a prueba en la cantera del Villarreal y en el filial del Castellón, además de pasar por varios equipos provinciales como el Greenwich o el Club La Vall.

Delantero de gran potencia física, ahora disfruta de este universal juego en las filas del Almenara, donde llegó en enero y ya ha anotado siete goles. A pesar de estos guarismos, Sunday no se pone límites, y cree que puede llegar a lo más alto. "Tengo el presentimiento de que puedo hacer algo importante en el fútbol y voy a luchar por ello". Una lucha que es santo y seña de la selección ghanesa, quizá la selección que más ha progresado en el concierto internacional en los últimos años. Campeones del mundo juvenil en 2009, el año pasado sólo la lotería de los penaltis les impidió llegar a las semifinales del Mundial de Sudáfrica. Una decepción que a buen seguro tendrán ocasión de redimir, quien sabe, si con Sunday Baala en el terreno de juego.

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