[Vía Fifa.com] Túnez está como en una nube desde que el 26 de febrero de 2011 conquistara el Campeonato de las Naciones Africanas (CHAN). Y no es para menos, porque la hazaña tuvo su mérito. Mientras el país escribía un capítulo fundamental de su historia, las Águilas de Cartago dominaron la prestigiosa cita continental alentadas, según el propio Zouhaier Dhaouadi, por "el anhelo de dejar bien alto el pabellón nacional ante toda África".
El mejor jugador del certamen y genio creador del Club Africain tunecino brilló con luz propia en Sudán, sede del torneo. Sin embargo, está claro que no habría podido levantar el vuelo hacia el éxito sin la inestimable ayuda de sus incansables compañeros de equipo. A su lado estuvieron, entre otros, Adel Chedli, el único futbolista que puede presumir de tener en su palmarés las dos principales competiciones continentales (la CAN y el CHAN), y Mejdi Traoui, autor de un gol y de varios pases decisivos en la final (3-0). FIFA.com conversó con el trío estelar del combinado norteafricano.
"Nuestro afán de superación y nuestras ansias de triunfo marcaron la diferencia. Lo que pasó en nuestro país nos motivó al máximo, nos dio alas", explicó Traoui, el infatigable volante recuperador del Espérance de Túnez. "Solo la mentalidad ganadora te permite superarte e ir más allá de tus propios límites", añadió Dhaouadi, quien a sus 23 años ya se codea con los más grandes. "En última instancia, eso fue lo que marcó la diferencia, pese a lo precipitado de la preparación".
Efectivamente, la gesta resulta incluso más admirable si tenemos en cuenta que la concentración no pudo celebrarse tal y como mandan los cánones. Debido a la situación política del país, las Águilas de Cartago llevaban desde comienzos de 2011 en dique seco, y dadas las circunstancias, tuvieron que renunciar a la preparación. "Las condiciones de trabajo no eran las ideales para abordar la competición. Cuando me convocaron, yo estaba, por así decirlo, de vacaciones en Francia desde hacía tres semanas. En cierto modo, conocí a mis compañeros en el primer partido, contra Angola", apuntó Chedli.
A pesar del empate a 1-1 resultante, ese primer compromiso de Sudán 2011 ofreció a los tunecinos la oportunidad de despegar."Tras el primer choque, contra Angola, nos sentimos un poco frustrados por no haber podido comenzar con una victoria. De ahí surgió el deseo colectivo de no volver a cometer los mismos errores y de ir a más", agregó Dhaouadi -foto-. "Contra Angola, estuvimos fatal. No teníamos referentes. A partir de ahí, todo fue seriedad, ganas, trabajo y, sobre todo, corazón" insistió Chedli.Túnez fue mejorando paso a paso, a medida que avanzaba el certamen. Dos victorias, una por 1-3 contra Ruanda y otra por 0-2 frente a Senegal, le abrieron las puertas de los cuartos de final. Según Dhaouadi: "Después del encuentro con Senegal estábamos seguros de poder conseguirlo. Fue como una revelación. Nos convencimos de que el primer puesto del podio estaba a nuestro alcance y de que teníamos madera de campeones".
El siguiente rival era nada menos que la defensora del título, la RD del Congo. La ocasión perfecta para el astro tunecino de demostrar su valía. Dicho y hecho. Por el flanco derecho, Dhaouadi dio todo un repaso a la zaga congoleña antes de rematar con la diestra e introducir el balón en la meta contraria por toda la escuadra. El 1-0 sentenció el choque y otorgó a las Águilas un puesto entre los cuatro mejores. El partido de semifinales, contra la vecina Argelia, fue una cuestión de coraje que se decidió en los penales (3-4) tras el empate a 1-1 del tiempo reglamentario.
De ahí a las estrellas ya solo quedaba un paso, y la final contra Angola fue una mera formalidad. -en la foto Chedli- Las Águilas de Cartago no dieron ni la más mínima opción a las Palancas Negras, así lo atestiguan las dianas de Traoui, Slama Kasdaoui y Oussama Darragi. "Ese gol nos permitió abrir el marcador y nos dio un empuje psicológico decisivo. Nos llenó de confianza y nos acercó un poco más al título africano. Fue el más importante de mi carrera", rememoró Traoui. Con esta, Túnez suma ya dos coronas continentales (la CAN en 2004 y el CHAN en 2011).
"No hago distinciones entre los dos títulos. Para mí tienen el mismo valor. El de 2004 lo ganamos en casa, y fue el primero de nuestra historia. Pero este, dada la coyuntura actual, se me antoja igual de hermoso", aseguró Chedli. "Nos sentíamos en cierto modo obligados a proporcionar alegría y felicidad al pueblo tunecino". Traoui se hizo eco del sentir de su compañero: "Es un bonito regalo que le hemos hecho a nuestro pueblo. Nos parecía que teníamos una obligación moral, y estoy muy contento de que lo hayamos conseguido".
En la actualidad, el horizonte se presenta radiante para las Águilas. Así lo expresó Traoui a modo de conclusión: "Ahora disponemos de un colectivo muy interesante, por su solidaridad y talento. Esas son precisamente las cualidades que nos han permitido marcar la diferencia en Sudán; y creo que, si en adelante somos capaces de mantener el mismo espíritu luchador, podemos afirmar que Túnez ha vuelto para quedarse".
El mejor jugador del certamen y genio creador del Club Africain tunecino brilló con luz propia en Sudán, sede del torneo. Sin embargo, está claro que no habría podido levantar el vuelo hacia el éxito sin la inestimable ayuda de sus incansables compañeros de equipo. A su lado estuvieron, entre otros, Adel Chedli, el único futbolista que puede presumir de tener en su palmarés las dos principales competiciones continentales (la CAN y el CHAN), y Mejdi Traoui, autor de un gol y de varios pases decisivos en la final (3-0). FIFA.com conversó con el trío estelar del combinado norteafricano.
"Nuestro afán de superación y nuestras ansias de triunfo marcaron la diferencia. Lo que pasó en nuestro país nos motivó al máximo, nos dio alas", explicó Traoui, el infatigable volante recuperador del Espérance de Túnez. "Solo la mentalidad ganadora te permite superarte e ir más allá de tus propios límites", añadió Dhaouadi, quien a sus 23 años ya se codea con los más grandes. "En última instancia, eso fue lo que marcó la diferencia, pese a lo precipitado de la preparación".
Efectivamente, la gesta resulta incluso más admirable si tenemos en cuenta que la concentración no pudo celebrarse tal y como mandan los cánones. Debido a la situación política del país, las Águilas de Cartago llevaban desde comienzos de 2011 en dique seco, y dadas las circunstancias, tuvieron que renunciar a la preparación. "Las condiciones de trabajo no eran las ideales para abordar la competición. Cuando me convocaron, yo estaba, por así decirlo, de vacaciones en Francia desde hacía tres semanas. En cierto modo, conocí a mis compañeros en el primer partido, contra Angola", apuntó Chedli.
A pesar del empate a 1-1 resultante, ese primer compromiso de Sudán 2011 ofreció a los tunecinos la oportunidad de despegar."Tras el primer choque, contra Angola, nos sentimos un poco frustrados por no haber podido comenzar con una victoria. De ahí surgió el deseo colectivo de no volver a cometer los mismos errores y de ir a más", agregó Dhaouadi -foto-. "Contra Angola, estuvimos fatal. No teníamos referentes. A partir de ahí, todo fue seriedad, ganas, trabajo y, sobre todo, corazón" insistió Chedli.Túnez fue mejorando paso a paso, a medida que avanzaba el certamen. Dos victorias, una por 1-3 contra Ruanda y otra por 0-2 frente a Senegal, le abrieron las puertas de los cuartos de final. Según Dhaouadi: "Después del encuentro con Senegal estábamos seguros de poder conseguirlo. Fue como una revelación. Nos convencimos de que el primer puesto del podio estaba a nuestro alcance y de que teníamos madera de campeones".
El siguiente rival era nada menos que la defensora del título, la RD del Congo. La ocasión perfecta para el astro tunecino de demostrar su valía. Dicho y hecho. Por el flanco derecho, Dhaouadi dio todo un repaso a la zaga congoleña antes de rematar con la diestra e introducir el balón en la meta contraria por toda la escuadra. El 1-0 sentenció el choque y otorgó a las Águilas un puesto entre los cuatro mejores. El partido de semifinales, contra la vecina Argelia, fue una cuestión de coraje que se decidió en los penales (3-4) tras el empate a 1-1 del tiempo reglamentario.
De ahí a las estrellas ya solo quedaba un paso, y la final contra Angola fue una mera formalidad. -en la foto Chedli- Las Águilas de Cartago no dieron ni la más mínima opción a las Palancas Negras, así lo atestiguan las dianas de Traoui, Slama Kasdaoui y Oussama Darragi. "Ese gol nos permitió abrir el marcador y nos dio un empuje psicológico decisivo. Nos llenó de confianza y nos acercó un poco más al título africano. Fue el más importante de mi carrera", rememoró Traoui. Con esta, Túnez suma ya dos coronas continentales (la CAN en 2004 y el CHAN en 2011).
"No hago distinciones entre los dos títulos. Para mí tienen el mismo valor. El de 2004 lo ganamos en casa, y fue el primero de nuestra historia. Pero este, dada la coyuntura actual, se me antoja igual de hermoso", aseguró Chedli. "Nos sentíamos en cierto modo obligados a proporcionar alegría y felicidad al pueblo tunecino". Traoui se hizo eco del sentir de su compañero: "Es un bonito regalo que le hemos hecho a nuestro pueblo. Nos parecía que teníamos una obligación moral, y estoy muy contento de que lo hayamos conseguido".
En la actualidad, el horizonte se presenta radiante para las Águilas. Así lo expresó Traoui a modo de conclusión: "Ahora disponemos de un colectivo muy interesante, por su solidaridad y talento. Esas son precisamente las cualidades que nos han permitido marcar la diferencia en Sudán; y creo que, si en adelante somos capaces de mantener el mismo espíritu luchador, podemos afirmar que Túnez ha vuelto para quedarse".
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