[Vía Fifa.com] Su nombre, Rais, una palabra árabe que designa a los jefes de estado, lo convierte en una de esas personas que parecen predestinadas a la grandeza. Aunque a él la fama y el reconocimiento le llegaron a los 24 años, una edad considerable para un futbolista. El titular indiscutible en la portería argelina desde junio de 2010 nació en París, se formó en el Olympique de Marsella, pasó cuatro años en Escocia, Grecia, Japón y Bulgaria, y desde enero de este año reside en Rusia, el país de los zares.
Durante años, la carrera de M’Bolhi transcurrió en el más absoluto anonimato mediático. Sin embargo, de la noche a la mañana se convirtió en la revelación más inesperada de la Copa Mundial de la FIFA 2010. El punto de inflexión en su trayectoria se produjo cuando su seleccionador nacional lo incluyó en el once inicial del decisivo encuentro de la fase de grupos frente a Inglaterra. La “Mbolhimanía” se desencadenó en medio del fervor del Mundial de África, y ahora sigue imparable en la emocionantísima competición preliminar de la Copa Africana de Naciones 2012.
De suplente a superhéroe
El nuevo arquero del Krylia Sovetov tardó 180 minutos en enfundarse el traje de superhéroe. A M’Bolhi le bastaron dos encuentros en Sudáfrica 2010 para dar un vuelco a su incipiente carrera internacional y convertirse en un ídolo en Argelia. En mayo de 2010, el ex seleccionador nacional Rabah Saadane apostó por él y lo incluyó en su lista de los 23 elegidos para la cita mundial. El técnico sólo lo había visto jugar en vídeos, pero, como el antiguo portero del Racing Club de Francia acababa de ser nombrado mejor guardameta de la liga búlgara, y además venía de hacer una prueba con el Manchester United, el sagaz Saadane se olió algo bueno.
Durante la concentración de Crans Montana (Suiza), Rais dio muestras de su buen hacer, a pesar de que seguía siendo el eterno "guardameta suplente", como él mismo se definía entonces con una sonrisa. Un mes después, el sustituto accedió al rango de titular frente a la armada de los Tres Leones ingleses. Argelia no podía permitirse el lujo de perder, porque ya había caído a manos de Eslovenia cinco días antes tras un error de Faouzi Chaouchi. El desconocido arquero del Slavia de Sofía echó por tierra una y otra vez las acometidas inglesas, y el empate a 0-0 final lo convirtió en héroe nacional.
A sus 24 años, el parisino comenzó a cosechar los frutos de una maduración tardía, construida a base de dudas e inestabilidad. "Él siempre se mantuvo sereno, y nunca perdió la confianza en sí mismo", explicó Aimé Lavie, su ex compañero en el FC Ryukyu japonés, un conjunto de tercera división dirigido por Philippe Troussier, el que fuera su entrenador en el Marsella. Precisamente allí, en el conjunto de Provenza, fue donde comenzó su trayectoria, a la sombra de Fabien Barthez. M’Bolhi llegó a Marsella en 2002, procedente del Racing Club. Pero en calidad de tercer portero, no logró disputar ni un solo encuentro profesional.
El Dida de la Commanderie
"Era un chaval interesante que lo tenía todo para triunfar aquí", aseveró Robert Nazaretian, Vicepresidente del Olympique de Marsella. "Pero no encajaba bien las críticas y no lograba mejorar". Ted Lavie, antiguo compañero en las selecciones de Francia sub-16 y sub-17 y hermano de Aimé, no comparte esta opinión. “No tuvo la suerte de Lloris. Si hubiese jugado en el Niza o el Lorient, habría tenido una carrera más brillante en el fútbol de clubes".
"Guardo de él un recuerdo muy bueno", confirmó Geoffrey Jourdren, otro coetáneo de su etapa en los juveniles franceses. "Es alto, enérgico y muy bueno con el balón en los pies. Pero fue muy duro estar en el Marsella con Barthez". En 2006, M’Bolhi, que recibió el sobrenombre de Dida en la Commanderie, el centro de formación del Marsella, cambió Provenza por el Hearts of Midlothian escocés. Su aventura sólo duró seis meses, y allí tampoco logró estrenarse como titular. Ese mismo año, volvió a hacer las maletas con destino al Ethnikós del Pireo griego. Con el club de la ciudad portuaria, que milita en segunda división, jugó cinco partidos antes de que la entidad lo cediera a otro conjunto heleno, el Panetolikós.
En 2008 fichó por un equipo japonés de tercera división, con el que jugó su primera temporada completa, 22 partidos. Además logró un hito: atajó tres penales en un mismo encuentro. Su rendimiento llamó la atención del Slavia de Sofía, que lo incorporó a sus filas. Una vez en la capital búlgara, su carrera empezó a despegar. Sus colegas de profesión lo eligieron mejor guardameta del país en vísperas de Sudáfrica 2010. A su regreso, marchó cedido al CSKA de Sofía, con el que tuvo la oportunidad de competir en la Europa League de la UEFA. En enero de 2011 recibió una oferta de Rusia y firmó por tres años. Ahora tiene ante sí la oportunidad de asumir las nuevas responsabilidades que entraña su condición. Tras pasar seis años en la antesala del éxito, ha llegado la hora de que M’Bolhi haga honor a su nombre y se convierta en el líder de los Zorros del Desierto de camino a la Copa Africana de Naciones 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario