Un asesinato que trae complicaciones a días del Mundial

Tras el asesinato del líder extremista blanco Eugene Terreblanche -foto-, Sudáfrica dio plenas garantías de seguridad para el Mundial de fútbol. El país anfitrión sufre un promedio de 50 homicidios diarios y se prepara desde hace tiempo en términos de seguridad para el Mundial que comenzará el 11 de junio.

El asesinato de Terreblanche, perpetrado el sábado por la noche, reavivó las tensiones raciales en la nación africana y llevó a grupos supremacistas blancos a lanzar llamados de venganza y exhortaciones a la comunidad internacional a no enviar sus equipos de fútbol a la Copa Mundial, ya que el país se ha convertido en “una tierra de homicidios”.

De acuerdo con la policía, Terreblanche fue asesinado a machetazos en su finca de Ventersdorp, al oeste de Johannesburgo, por dos de sus trabajadores de raza negra, en una aparente disputa salarial. Terreblanche fue hallado en su cama, con heridas en el rostro y la cabeza, mientras que los supuestos asesinos, dos jóvenes de 15 y 21años, fueron detenidos.

Pieter Steyn, un general de AWB, subrayó: “Nuestra membresía está muy, muy impactada, enojada y horrorizada. En un momento de enojo se hicieron declaraciones que me gustaría retractar”. “Es política del AWB que ningún miembro participe en ninguna forma de violencia, intimidación, difamación racial, o cualquier hecho semejante. Es, sin embargo, muy difícil contener a nuestros miembros y mantener la calma”.

“Este es un Mundial para todos, no sólo para la población negra del país. Y tenemos que dar todo el apoyo que podamos. Pensamos que nuestros compatriotas del AWB deberían hacer lo mismo que otros patriotas sudafricanos”, expresó a su vez Jackson Mthembu, vocero nacional del Congreso Nacional Africano (CNA) en el poder.