Nkoulou, heredero de Song

Durante la Copa Mundial de la FIFA de Estados Unidos 1994, el planeta descubrió a Rigobert Song, joven defensa camerunés que, con 17 años, es uno de los jugadores de menor edad que hayan participado en la gran cita. Dieciséis temporadas más tarde, se ha convertido en el rey de los Leones Indomables, y es el futbolista que más convocatorias acumula en la historia de su selección.

Si forma parte del grupo que viaje a Sudáfrica, sin duda dispondrá de útiles consejos que ofrecer a su compañero Nicolas Nkoulou, que tendrá 20 años recién cumplidos cuando se codee con la flor y nata del deporte rey. "Me alegra jugar a su lado, porque hace unos años únicamente lo veía por televisión", confiesa Nkoulou, consciente del legado que recibirá de él. "Siempre habla conmigo. Me dice que intente hacer como él, que me entregue a fondo, que sea consciente de que jugamos por un pueblo". Y si Song no entra en la lista definitiva de 23 hombres, es posible que deba atribuírselo al propio Nkoulou, cuya progresión parece ir acercando poco a poco el momento en que el ex capitán tenga que despedirse…

Fijándose en su experiencia personal, al emblemático zaguero le basta con echar un vistazo a la trayectoria del muchacho para comprender que el guión ya está escrito. A los 19 años fue titular con el AS Mónaco, y un año más tarde se halla a punto de disputar su tercer gran torneo internacional. En verano de 2008, unas semanas después de incorporarse al primer equipo del club del principado, aplazó su estreno en la Ligue 1 para participar en el Torneo Olímpico de Fútbol de Pekín 2008. Comenzó el certamen siendo suplente, saltó al campo en el segundo partido, como lateral derecho, y ya no abandonaría el equipo.

"Algún día, yo también estaré allí"

Aunque los cameruneses cayeron en cuartos de final frente a Brasil, Nkoulou se ocupó del marcaje individual de Ronaldinho, anulándolo por completo. El joven no llegó a emular a la generación de Samuel Eto’o, campeona olímpica en Sydney 2000, pero conserva un grato recuerdo de aquella primera gran prueba. "Es el sueño de cualquier futbolista que está empezando. Cuando se practica un deporte, tenemos ídolos, sueños y metas. Al ver las Olimpiadas de 2000, me decía que algún día yo también estaría allí…", recuerda el chico, oriundo de Yaundé, que dio sus primeros pasos en el KSA de Duala. "Defender los colores de mi país con la selección absoluta también es uno de mis objetivos".

Y lo cumplió en noviembre de 2008, con motivo de un partido amistoso contra Sudáfrica, meses antes de ser convocado para la Copa Africana de Naciones 2010, celebrada en Angola. Actuando esta vez como central —su posición predilecta—, fue de los pocos Leones que se salvaron de las críticas tras un gris desempeño, sobre todo contra Gabón (0-1), Túnez (2-2) y Egipto (1-3 en la prórroga), saldado con la eliminación en cuartos de final. Al contrario que Costa de Marfil, que dijo adiós en la misma fase y decidió desprenderse del técnico Vahid Halilodzic, Camerún optó por mantener su confianza en Paul Le Guen.

Talento y polivalencia

El ex entrenador del Lyon, por su parte, no ha dejado de contar con el defensor monegasco, que brilla por su solidez, ímpetu y polivalencia. En Mónaco desempeña la función de recuperador, y en la selección figura en el eje de la retaguardia. Su versatilidad le permite sumar más de 40 partidos en sólo dos temporadas en la elite. "Siempre es preferible tener varios ases en la manga", reconoce este admirador de Laurent Blanc. "Eso es lo que me permite jugar mucho. Si no pudiese ocupar varios puestos, seguro que no habría jugado en todos estos partidos. Soy joven, aprendo en diferentes posiciones e intento rendir al máximo, sea cual sea la situación".

Nkoulou volvió a formar en la defensa central en un amistoso contra Italia, campeona del mundo, el pasado mes de marzo, mientras que Rigobert Song desapareció del grupo. Mantuvo a raya a los atacantes transalpinos (0-0), si bien prefiere no conceder demasiada importancia a una prestación personal impecable, y sólida en el aspecto colectivo. "Ese empate ni tranquiliza ni decepciona. Aunque haya sido contra el campeón del mundo, nosotros no nos limitamos a eso", señala el joven León, comedido. "Todavía estamos en fase de construcción".

Vía [Fifa.com]